Hace dos décadas, el aguacate era un gran desconocido para la mayoría de los españoles, a pesar de que somos una ‘potencia’ europea en esta fruta. Se cultiva en Andalucía desde hace más de 40 años (principalmente en Málaga y Granada), y cada vez son más las regiones de la costa este y sur que apuestan por él, lo que nos ha convertido en el primer productor europeo de aguacate y el cuarto suministrador del mercado continental.
Siguiendo la tendencia mundial, en España nos hemos sumado a la moda del aguacate y cada ciudadano nos comemos un kilo al año, muy por debajo todavía de los 2,5 kg de nuestros vecinos del norte de Europa. Pero estas cifras pronto se quedarán obsoletas, ya que las previsiones son optimistas y apuntan a años de crecimiento de la demanda.
Tal es la fiebre mundial por el aguacate -y su interés económico- que se le conoce como el ‘oro verde’. Por sus excelentes propiedades nutricionales, altamente beneficiosas para la salud, ha sido elevado a la categoría de superalimento, y su fama no para de crecer. Sin embargo, no todo son parabienes y se levantan voces que enumeran las consecuencias medioambientales de su cultivo: una alta huella hídrica, destrucción de cultivos tradicionales, incluso actividades criminales en México.
¿Qué hay de cierto en todo esto? Xavier Equihua, presidente de la Organización Mundial del Aguacate (WAO, por sus siglas en inglés), que representa a productores y exportadores suministradores de los mercados europeo y asiático, responde a Alimente desde su casa en California.
PREGUNTA. Las bondades del aguacate son reconocidas, pero su cultivo y producción también recibe importantes críticas.
RESPUESTA. Hay mucha información errónea. Se dice que es un cultivo que consume mucha agua (600 litros por kilo, menos que el plátano, la carne o el café). Luego están los argumentos sobre México, que me resultan sorprendentes porque este país solo representa el 5% por ciento de los 700 millones de kilos de aguacate que se consumieron en Europa en 2020. Son noticias falsas y no actuales.
¿Por qué nos atacan? Porque somos el producto sexy del supermercado. Con el aguacate pasa como con las hermanas Jenner y Kardashian: las odias o las adoras, no hay punto intermedio. Somos un producto adorado, que está entre los 5 primeros alimentos más fotografiados en Instagram y, obviamente, hay gente que escribe tonterías.
P. ¿De dónde proceden los frutos que se consumen en Europa?
R. La mayoría son de Perú y Sudáfrica. España, con 80 millones de kilos, es el primer productor europeo y su presencia irá aumentando a lo largo de los próximos 5 años: en Cádiz ya se están plantando aguacates, que todavía son pequeños, pero en tres años ya serán muy productivos. También en Valencia, Galicia y Portugal, de forma que la Península será una gran productora de aguacate.
En el sur de Italia se están arrancando limoneros para sustituirlos por aguacates. Pero es una inversión a largo plazo, ya que un árbol de aguacate tarda 5 años en ser comercial. Es como una canción clásica, que perdura durante muchos años.
P. Confía en que no se trata de una moda pasajera.
R. Es que es la nueva sensación. ¿A quién no le gusta comer saludable? Y el aguacate es el mejor aliado. El nuevo lujo postpandemia de covid-19 es la salud y el bienestar, y para tenerlos hay que comer de forma sana: aumentar las frutas y hortalizas y limitar el consumo de grasas animales. El aguacate, además de grasas saludables -que es lo que caracteriza a la dieta mediterránea-, es rico en proteínas, vitaminas y minerales. Para producir un kilo de aguacate se necesitan 600 litros de agua frente a los más de 15.000 litros necesarios para un kilo de carne de ternera. Si medimos el retorno nutricional de ese consumo de agua, hay pocos alimentos que den lo mismo que el aguacate.
P. Sus palabras revelan que en la WAO están preocupados por la sostenibilidad…
R. No estamos preocupados; nos interesa mucho educar a la gente sobre la verdad. Eso es lo que nos interesa.
P. Bien. Pero si pensamos en los cultivos tradicionales de cada región, no es bueno arrancarlos para plantar aguacates.
R. En California hay un refrán que dice que donde plantas un aguacate se puede plantar un limonero, y al revés. Son cultivos rotativos porque son dos especies que no pueden estar produciendo comercialmente durante muchos años seguidos. Para dar un buen producto, todos los cultivos necesitan periodos de descanso. El aguacate no desplaza a variedades autóctonas. En Galicia, por ejemplo, es llamativo que se cultivan en un microclima.
P. ¿Les preocupan las condiciones de vida de los agricultores? En esta pandemia son un colectivo crítico para infectarse ellos y para contagiar.
R. Absolutamente. En este sentido, en marzo del año pasado emitimos un comunicado pidiendo a los productores que cuidaran de la salud de sus trabajadores, porque es un beneficio para todos. Este ha sido y es un interés importante en todos los países socios de la WAO. Fuimos los primeros del sector hortofrutícola en pedir responsabilidad a los productores (lo que no evita que haya trabajadores que enfermen).
P. Está claro que existe una demanda creciente. ¿Cómo se va a hacer frente?
R. La demanda va a sobrepasar a la producción, seguro. Una de las cosas buenas que está saliendo de esta pandemia horrorosa es la necesidad de comer saludable. En el caso de Europa, siempre habrá volumen para atender la demanda. Pasa con los superalimentos: que hay suficientes, pero no son tan abundantes como otros. El aguacate es el nuevo lujo.
P. Pero los lujos son caros y no accesibles para todos…
R. El aguacate es muy democrático y un lujo accesible. Es como el aceite de oliva, que es un lujo accesible y por eso se consume desde hace miles de años. Hace 20 años, en Estados Unidos era un lujo el aceite de oliva y ahora ya se toma mucho. Cuando alguien va al supermercado tiene que tomar la decisión de querer comer saludable.
P. ¿Qué innovaciones está promoviendo la WAO?
R. En Europa, y para estimular las ventas en estos tiempos difíciles, estamos implantando un cupón electrónico que es como una tarjeta de fidelización. No se trata de las promociones puntuales que hacen los supermercados, es un descuento permanente por comprar un producto saludable. Estamos introduciéndolo en Reino Unido y Francia, y en España estamos ultimando su implantación con una cadena de supermercados. Es una táctica innovadora para el sector hortofrutícola. Y una muestra más de que el aguacate es el nuevo lujo accesible.
Fuente: Alimente