El Grupo Operativo Frutaexporta comenzó su actividad por la necesidad de acudir a nuevos mercados. Gracias a los fondos europeos Feader, pudo desarrollar un primer proyecto de tres años de duración en el que se buscaba alargar la vida útil de la ciruela y la cereza.
El pasado jueves se hicieron públicos finalmente los resultados obtenidos y la valoración ha sido muy positiva. Además, ya están trabajando en próximos proyectos para avanzar aún más en este con otras frutas, o bien centrándose en otros aspectos, en el objetivo de mejorar la competitividad del sector de la fruta de hueso extremeña.
“El objetivo es exportar más, que la fruta de hueso tenga más peso y futuro y trabajamos en ese sentido, con proyectos como Frutaexporta”, señaló Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex.
En el estudio, se ha utilizado una tecnología que hasta ahora se había aplicado en otras áreas, pero no en el sector hortofrutícola, de desinfección y esterilización del agua mediante reactores de dióxido de titanio, sin químicos, de la empresa H20 Titanium. Esta innovación ha logrado una mayor reutilización del agua en el proceso de la postcosecha, así como una mayor vida útil y menos mermas en la fruta, según comentaron en la presentación.
Por su parte, José Manuel Marrero, responsable comercial de Agrofresh presentó sus resultados en la exportación de ciruela y cereza con su solución fitosanitaria Smartfresh, entre otros productos, que alarga la vida útil de los frutos paralizando su maduración al frenar la emisión de etileno.
Dentro del proyecto Frutaexporta, también se han probado bolsas de conservación específicas para esta fruta de hueso que alargaran el shelflife, que se usaban en bananas.
“En el proyecto se han cumplido todas las expectativas con tecnología innovadora dentro del sector”, resume Gómez, de Afruex.
La pandemia retrasó algo el proyecto pero finalmente pudo llevarse a cabo.