Francia refuerza su Plan de Soberanía Alimentaria en el sector hortofrutícola con 100 millones
Esta inversión se sumará a los 200 millones ya anunciados en 2023, cuando se puso en marcha este Plan, que tiene como objetivo reforzar la dependencia de las importaciones y reforzar la tasa de autoaprovisionamiento.
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Ha sido durante el Salón Internacional de la Agricultura, celebrado en Paris la semana pasada, donde el ministro de Agricultura y Soberanía Alimentaria, Marc Fesneau, ha anunciado que su gobierno destinará 100 millones de euros más al Plan de soberanía alimentaria en el sector de frutas y hortalizas, que se destinarán a proyectos en el área de planificación ecológica.
Cambio climático, invernaderos y huella de carbono
En concreto, según recogen dicho Plan para 2024, consultado por FEPEX, se destinarán 20 millones de euros para la adaptación de variedades al clima en los cultivos de frutas y hortalizas, se destinarán también 30 millones de euros para invernaderos y en concreto para descarbonizar los invernaderos de hortalizas y 40 millones más para equipamientos agrícolas.
El 1 de marzo de 2023, fue cuando se lanzó el Plan de Soberanía Alimentaria en el sector de frutas y hortalizas, con el objetivo de ganar cinco puntos en cuanto a la soberanía en el sector de frutas y hortalizas hasta el año 2030 y 10 puntos en el horizonte de 2035. Para ello, se anunció un paquete de ayudas de 200 millones de euros, que serían completados con aportaciones del sector.
La tasa de aprovisionamiento de Francia en frutas y hortalizas frescas (excluida la patata) ha pasado del 65% en el año 2000 al 51%, acusando una baja de 14 puntos en 20 años. Entre 2000 y 2020 las superficies de cultivo de hortalizas han descendido un 10% (22.200 hectáreas menos) y las superficies de cultivo de futas han bajado un 7% (4.000 hectáreas menos).
Las ayudas recogidas en el Plan de Soberanía Alimentaria se centran en cuatro ejes y pueden ser desde subvenciones a la compra de equipamientos agrícolas o la financiación de proyectos de investigación, innovación y de promoción del consumo, entre otros.
Los cuatro ejes son:
Eje A. Protección de los cultivos de frutas y hortalizas y tiene como objetivo anticipar la retirada de determinadas sustancias activas de los productos fitosanitarios y acelerar el desarrollo de soluciones alternativas. Para 2024 se ha anunciado un “programa nacional de experimentación cuatrienal “que se pondrá en marcha esta primavera, para realizar ensayos de nuevos productos y métodos de protección de los cultivos.
Eje B. Competitividad, inversiones e innovación en favor de una producción sostenible, descarbonizada y resiliente
Eje C. Investigación, Innovación, experimentación y formación
Eje D. Dinamización del consumo de frutas y hortalizas en el modelo alimentario.