Intercitrus quiere dejar claro, frente al aparente desconocimiento mostrado por la Comisión Europea (CE) en el transcurso del último Comité Fitosanitario (los días 18 y 19 de noviembre), que la imposición del cold treatment para garantizar la ausencia de determinadas plagas, como la ‘Falsa polilla’ (Thaumatotibia leucotreta, FCM por sus siglas en inglés) es “innegociable” en tanto se trata de una medida de plenas garantías que es práctica común en el comercio internacional de frutas. De hecho, España -siguiendo las instrucciones de las autoridades de EEUU- aplicó su primer tratamiento de frío en 1979 para exportar clementinas a ese país y asegurar así la ausencia de ‘Mosca del Mediterráneo’. Hoy es un sistema estandarizado, reconocido internacionalmente, y que en estos momentos exigen hasta 19 estados (además de EEUU, también lo hace China, Japón, Australia, India, Corea del Sur…) para las importaciones de 90 productos de 11 géneros. Cultivos entre los que cabría citar, más allá de mandarinas y naranjas, a las manzanas, uva de mesa, caquis, cerezas… Para exportar cítricos y para algunos de esos otros cultivos a tales países, Sudáfrica sí accede a hacerlo con tratamiento de frío en tránsito. Así lo aclaró el representante del Ministerio de Agricultura en el referido comité y reiteró posteriormente la presidenta de Intercitrus, Inmaculada Sanfeliu, en el encuentro mantenido junto a otros miembros del sector y del Gobierno valenciano el 24 de noviembre con la directora general de Salud y Seguridad Alimentaria de la CE, Sandra Gallina.
En el caso concreto del FCM y de Sudáfrica, el coste estimado de aplicar este sistema para vender en Europa sus naranjas y mandarinas se situaría entre los 0,03 y los 0,04 €/kg, una cantidad que la interprofesional considera “asumible porque es lo que los exportadores españoles pagamos, amén de otros muchos sobrecostes derivados de protocolos mucho más exigentes que las normas europeas, para llegar a la mayoría de grandes mercados terceros que también tienen cítricos que proteger frente a las plagas foráneas”, explica Sanfeliu. “No lo elegimos, no ofrecen alternativas como sí da la UE, el tratamiento de frío es algo que nos exigen y tenemos que implementar”, aclara.
Las cifras récord de interceptaciones por FCM y por ‘Mancha negra’ registradas este verano por Sudáfrica en sus envíos de cítricos a la UE han abierto un debate entre los países miembros. El representante del Ministerio de Agricultura de España defendió de forma sólida la aplicación del cold treatment en tránsito para las exportaciones a la UE del país austral. En su exposición, encontró como aliados a Portugal, Francia e Italia. Holanda, por su parte, se mostró favorable a mantener el ‘enfoque de sistemas’ actual, colaborando con el sector sudafricano para mejorarlo. La Comisión, por último, mantuvo sus dudas al respecto, sus técnicos mostraron cierta ignorancia sobre cómo se implementaría este sistema y, por ello, emplazó a seguir estudiando el asunto en una nueva sesión del Comité Fitosanitario Permanente que probablemente se celebrará este mismo mes.
“El ‘enfoque de sistemas’ que aplica Sudáfrica es un conjunto de medidas no vinculantes y no relacionadas entre sí, que ya ha demostrado su fracaso y que la propia UE plantea como alternativa al tratamiento de frío, que es el único sistema eficaz para cumplir la propia normativa europea, que exige la ausencia total de la plaga”, aclara a este respecto Sanfeliu. Así lo demostró primero la Autoridad Europea de Seguridad Alimentaria (EFSA) en un reciente informe realizado sobre el ‘enfoque de sistemas’ aplicado por Sudáfrica para el FCM y así lo aclaró también un representante de esta entidad, que compareció ante el propio Comité ya en octubre y que también abogó por el cold treatment como única vía para garantizar la sanidad vegetal de la fruta no sólo sudafricana, sino de todos aquellos países que sufren esta plaga.
La consolidación de un ‘frente’ de países europeos hortofrutícolas en favor de este sistema se entiende también debido al carácter altamente polífago de la Thaumatotibia leucotreta. Se trata de una plaga ya adaptada al clima Mediterráneo –como lo demuestra su presencia en Israel- que puede encontrarse en hasta 70 hospedantes, cuyas larvas se alimentan de la vid, de algunas frutas de hueso (melocotonero, albaricoquero, ciruelo), caqui, granada, níspero, plátano, olivas, arándanos, aguacate… Pero también podría atacar a otras especies del centro y norte de Europa pues no en vano afecta a especies forestales como el roble, al cultivo del maíz y a todo tipo de plantas ornamentales.
Intercitrus confía, por todo ello, en que el debate a este respecto permanezca en un plano estrictamente técnico y que otros factores geopolíticos, como la propia política de cooperación al desarrollo o los intereses de determinados lobbies centroeuropeos, no contaminen ni desvirtúen el asunto. A este respecto, la interprofesional lamenta que la CE se hiciera eco de la carta de tres asociaciones de importadores de Holanda, Bélgica y Alemania que reproducía, casi literalmente, los argumentos esgrimidos contra la imposición del cold treatment por la Citrus Growers Association of Southern Africa en un comunicado de prensa difundido días antes de la reunión del Comité Fitosanitario.