La climatología es, sin lugar a dudas, la gran protagonista en esta campaña de cereza en el Valle del Jerte (Extremadura). Si el 14 de abril las fuertes lluvias y el granizo se cebaron con las plantaciones ubicadas entre Pasarón y Barrado, el pasado sábado la escena se repitió en parte de los términos municipales de Navaconcejo y Cabezuela del Valle.
“De momento, no son muchos los agricultores que están recolectando y tampoco es mucha la producción”, afirma en declaraciones a la revista MERCADOS Emilio Sánchez, presidente del Consejo Regulador de la DOP Cereza del Jerte, quien apunta que, como en ocasiones anteriores, los daños no han sido generalizados.
A primera hora de hoy martes, técnicos de la DOP así como de las propias cooperativas del Valle, entre ellas la Agrupación de Cooperativas del Valle del Jerte -sus socios aglutinan, prácticamente, el 50% de la producción- aún continuaban evaluando los daños.
En cualquier caso, desde Asaja Extremadura estiman en 2.500.000 kilos de cereza las pérdidas que han podido ocasionar las últimas lluvias. Desde la organización agraria han urgido a la Junta de Extremadura a que ponga en marcha rápidamente una línea de ayudas para el restablecimiento de las infraestructuras básicas dañadas –fundamentalmente en Navaconcejo-, de modo que “la recolección pueda continuar en las zonas que no se han visto afectadas”.
Igualmente, insisten a los técnicos de Agroseguro para que continúen con el seguimiento de los daños. “Hay parcelas que lo han perdido todo, por lo que se debe comenzar a pagar las indemnizaciones correspondientes”, afirman.
Mientras tanto, y no sin inconvenientes –a las lluvias hay que sumar la posible falta de mano de obra para la campaña-, desde la DOP confían en que, poco a poco, la campaña vea la luz. “Necesitamos que el tiempo mejore, que la cereza continúe madurando y, luego, ya veremos cómo evoluciona el consumo”, concluye Emilio Sánchez.