«Hace dos años nos tocó el COVID y ahora estamos con la guerra de Ucrania». Fueron las primeras palabras que pronunció ayer el presidente de Mercadona, Juan Roig, durante la presentación de los resultados de la compañía en 2021 y con las que quiso reflejar cómo el contexto social y económico influye en los resultados de la cadena de supermercados, según publica hoy Las Provincias. «Nos toca un escenario inimaginable, no previsto», señaló en varias ocasiones durante una intervención que se prolongó durante casi dos horas y en la que también apeló a la tranquilidad del consumidor ante el miedo al desabastecimiento por la guerra en Ucrania. «La cadena agroalimentaria está preparada», ha remarcado este martes.
Ya en cifras, Mercadona facturó 27.819 millones, un 3,3% más que en 2020 aunque algo menos de las previsiones iniciales para el ejercicio. Pese a este aumento de las ventas, el beneficio neto se redujo en 2021 hasta los 680 millones de euros, un 6% menos que el año anterior –cuando alcanzó 727 millones–, un recorte atribuido al impacto del incremento de costes de las materias primas, energía y transporte, que la cadena no ha repercutido totalmente en los precios.
Porque los precios subieron de media un 2% pero, eso sí, por debajo del índice general de alimentación, situado en el 5%. «Bajamos un 0,4% el margen, lo que supuso 100 millones», ha desvelado Roig, que también ha cuantificado lo que ha supuesto para el sobrecoste de, por ejemplo, el carburante, con 65 millones más en el capítulo del transporte; o de las materias primas un 28% en general, con los casos concretos de un 60% el aceite, un 37% el azúcar o un 34% los cereales.
«Este 2022 está siendo muy difícil», ha reconocido el empresario valenciano, que habla de «tormenta perfecta» integrada por la pandemia, las materias primas y la inflación y a la que ahora se suma la guerra en Ucrania. No obstante, Roig insiste que en que no habrá subida de precios. «No vamos a subir los precios de forma artificial ni vamos a tocar la calidad», ha remarcado. Eso sí, ha recordado que hay que cumplir la regla de ingresos y gastos y, por tanto, Mercadona ha hecho una apuesta por «reforzar el departamento de compras, dominar los costes de cada proceso, contrastar métodos y procesos y actuar como en casa». Y puso el ejemplo del ahorro que ha supuesto eliminar el logo de las mascarillas corporativas: 400.000 euros.
El máximo responsable de Mercadona ha hecho un amplio repaso por los números que permiten a la compañía avanzar en su «brutal transformación». Así, destinó 1.200 millones el año pasado para acabar con 1.662 tiendas, de las que 1.200 representan ya el concepto de ‘tiendas 8’ o eficientes. En 2021 se inauguraron 79 supermercados, se reformaron otras 84 y se cerraron 58. Asimismo, abrió su centro logístico en Parc Sagunt, con el que ya están sirviendo en pruebas a un centenar de establecimientos, número que se ampliará en un futuro.
Roig también se ha detenido en el servicio de compra ‘online’, que elevó sus ventas un 40% respecto a 2020 hasta alcanzar los 510 millones y el 2% de las ventas totales de Mercadona. «Nuestra página web es una virguería, estamos muy contentos con ella», ha asegurado. «Le hemos dado la vuelta. Hoy es rentable, perdíamos dinero y hoy sabemos hacerlo», ha añadido. En este área, a las colmenas ya existentes de Madrid, Barcelona y Valencia se sumarán otras dos en Alicante y en Sevilla a lo largo de este año.
En materia de empleo, se crearon 1.000 puestos de trabajo, la misma cifra que se prevé para 2022. Un año en el que la previsión es invertir 1.100 millones para abrir 68 tiendas y reformar otros 43, además de implantar la sección ‘Listo para comer’ en 150 supermercados. Roig, que ha comentado que han eliminado el objetivo de «la fechitis» en los plazos de apertura de locales, sí que ha concretado que en ventas la previsión es elevarlas un 3% y obtener unos beneficios similares a los de 2021.
En el detalle de los resultados, el empresario también ha hecho hincapié en que está «orgulloso» de pagar impuestos y ha hablado del «beneficio compartido», que cifró en 1.400 millones al sumar a esos 680 millones del beneficio neto los 375 millones en primas a los trabajadores y los 345 millones en impuestos. A los que habría que añadir los 787 millones pagados a la Seguridad Social.
Además, la empresa recaudó para el Estado 2.017 millones: 395 millones en IRPF, 333 en IVA y 157 millones de la Seguridad Social de los trabajadores. Y precisamente ha apelado a una rebaja del IVA, que considera inflacionista. «Cada vez que se sube un precio, el Estado se lleva una pasta de nosotros», ha resaltado y ha puesto el ejemplo de la leche, pues un litro ha pasado de costar 58 céntimos a 68 en el último año «y de esos 10 céntimos más, uno se lo queda el Estado». «Que de cada litro de aceite de oliva le demos al Estado 13 céntimos no tiene ningún sentido», ha advertido.
También ha reclamado «cambiar ya» la fórmula del precio de la energía y eliminar burocracia. «Como sociedad no podemos estar haciendo papeles todo el día, ni pidiendo permisos», lamentó. «Si queremos tener actividad económica, silencio administrativo y declaración responsable ya», ha instado. «Es un cambio que la sociedad tenemos que pedir al margen del gobierno que sea», ha abogado.
Fuente: Las Provincias