Esta organización agraria vuelve a exigir mecanismos de control que eviten la competencia desleal: “No se venden las zanahorias, pero los que sí estamos vendidos y desprotegidos somos los agricultores andaluces”.
La Coordinadora de Organizaciones de Agricultores y Ganaderos, COAG de Andalucía, denuncia que unas 2.000 hectáreas de zanahorias para industria –principalmente- se están quedando plantadas en el campo en Andalucía por falta de compradores.
Los agricultores que han invertido tiempo, dinero y esfuerzo en sacar adelante una excelente cosecha de zanahorias en nuestra región, a pesar de los altísimos costes de producción, que se han incrementado hasta casi un 50% desde el último año, no dan crédito a lo que les está pasando: nadie quiere comprar zanahorias en Andalucía.
Como se recordará, COAG Andalucía ya denunció en abril de 2020 unas circunstancias similares pero, en esa ocasión con otro producto hortícola, la cebolla. Ahora, ante la incredulidad del sector, vuelve a ocurrir lo mismo con la zanahoria. El motivo que les dan los compradores habituales es que el mercado está saturado.
Por ello, desde esta organización agraria se vuelve a exigir a las administraciones competentes “que dejen el papel mojado y que de una vez por todas metan mano de verdad para regular el mercado que está fuera de control y en manos de la especulación más severa. Para ello es imprescindible poner en marcha mecanismos de control eficaces que eviten la competencia desleal, entre otras medidas. Y es que no se venden las zanahorias, pero los que sí estamos vendidos y desprotegidos somos los agricultores andaluces”, afirma Diego Bellido, responsable de Productos Transformados de COAG.
Bellido explica además que “desde hace 10 años los mercados fundamentales de compra de zanahorias, que son principalmente holandés y alemán, se están autoabasteciendo. Ellos están llevando una política de recolección y meten en cámara. Las zanahorias de España y otros países ya no les valen. Francia e Inglaterra tienen la misma política, por lo que nos vemos abocados a arar las zanahorias que se han sembrado en Sevilla, Cádiz y Córdoba, que son las mayores provincias productoras. La zanahoria que se sembró en septiembre/octubre ya lleva unas semanas de retraso en la recolección y eso hace perder dinero cada día al agricultor”.
Según detalla el responsable de Transformados de COAG, una hectárea de zanahoria, sin incluir la recolección, estaba normalmente en torno a 3.500/4.000€ de gastos, mientras que esta campaña ha llegado a 5.000€/h. con la subida de los costes, sin sumarle el arado por la falta de compra. Si esa cantidad se multiplicas por 4 hectáreas de media por explotación, las pérdidas son 20.000€.
La pregunta del millón es: ¿para qué sirven los contratos? Diego Bellido lo deja bien claro: “Los contratos no valen absolutamente para nada, porque lo que hacen es retrasar la recolección y empiezan a hacer los descuentos, de un 30 o 40%. Y ya no salen las cuentas. Quieren comprar a pérdidas en origen. Están ofreciendo 0,18€/kg e incluso menos. Y estamos hablando de 2.000 hectáreas en toda Andalucía”.