Consumo inestable. El actual contexto económico, marcado por una elevada inflación, los altos precios de la energía y la guerra en Ucrania, también genera una gran incertidumbre entre los consumidores. Nadie estaba preparado para una situación tan excepcional y que afecta tanto a las empresas como a los consumidores, y por supuesto, también a nuestra cooperativa de productores y explotaciones agrícolas asociadas. Las medidas a corto plazo para lograr objetivos como, por ejemplo, el ahorro de costes, ayudan a las empresas a mitigar los peores efectos. Los consumidores, por su parte, también intentan reducir gastos y, como consecuencia, cambian su comportamiento a la hora de llenar la cesta de la compra, empezando por la alimentación. Y esto, cómo no, está teniendo un impacto en nuestro sector.
Mientras los hogares sigan enfrentándose a un aumento constante en los precios, la inestabilidad del consumo se mantendrá. Lamentablemente, la situación del mercado energético en Alemania no augura ninguna mejora a corto plazo. Este país adquiere energía y combustible en el mercado internacional, y el desarrollo y la expansión de las renovables llevan tiempo, luego los precios se mantendrán en un nivel elevado a largo plazo y supondrán una carga para los consumidores.
«El precio de la energía en Alemania se mantendrá alto a largo plazo y supondrá una carga para los consumidores»
Estrategia empresarial. Estamos acelerando nuestra evolución, ya iniciada, desde una estructura fuertemente orientada al comercio a proveedores de servicios integrales. Incluso estamos ampliando constantemente nuestros vínculos con los distintos eslabones de la cadena de valor. Además, seguiremos apoyando a los proveedores y empresas productoras nacionales e internacionales en su desarrollo, por mencionar sólo algunos puntos de nuestra estrategia actual.
Posicionarse, evolucionar y reubicarse. Pese a que la pandemia del COVID-19 está lejos de terminar definitivamente, sus consecuencias ya no nos afectan tanto como empresa. Es de esperar que esto siga siendo así el próximo otoño-invierno, gracias a la nueva vacunación. Sin embargo, la situación es bien distinta cuando hablamos de la guerra de Ucrania y su impacto en la economía global.
En un futuro próximo, la alta tasa de inflación, el aumento de los precios, los elevadísimos costes energéticos, etc., seguirán manteniéndonos en alerta. Por ello, tanto nosotros como el resto de empresas del sector estamos llamados a posicionarnos aún mejor en el mercado, evolucionar y reubicarnos. Esto, a su vez, supone nuevos retos para las compañías, el sistema y los empleados. Pero es necesario, porque sólo juntos podremos superar como sector esta nueva situación excepcional.