La IFS, International Food Standard, es una norma de origen europeo desarrollada fundamentalmente por las asociaciones de distribuidores de Francia, Alemania e Italia, y que actualmente tiene una gran acogida y repercusión en la mayor parte de la Unión Europea. Esta norma permite establecer un estándar común de seguridad alimentaria durante todo el proceso productivo y un método de evaluación uniforme, además de asegurar una mayor transparencia a lo largo de toda la cadena de suministro.
Control de todos los aspectos de Europlátano
A nivel interno, esta compleja certificación evalúa todos los aspectos de la organización: responsabilidad de la dirección; calidad y sistemas de gestión de la seguridad alimentaria; gestión de los recursos; planificación y proceso de producción; medición, análisis y mejora; y Food defense. De esta forma, abarcando tantas áreas de la empresa, se consigue hacer más eficiente la producción a la vez que se garantiza la seguridad alimentaria de los productos.
Una de las características más destacables de la IFS Food, que va muy en línea con el los valores de Europlátano, es que exige la mejora continua: la revalidación de la certificación pasa por mejorar la puntuación con respecto al año anterior, lo que obliga al equipo a trabajar por superarse en cada auditoría. Tanto la planta de Los Llanos de Aridane como en la de Tenerife sur, los dos mayores centros de empaquetado de la organización, han mejorado su evaluación, haciendo más eficientes y seguros los procesos. Desde la dirección se felicita al equipo, a agricultores y trabajadores, conscientes de la importancia de ofrecer un plátano de calidad certificado como forma de diferenciación.
Impulso de las relaciones comerciales
Desde el punto de vista comercial este sello afianza las relaciones con los clientes, creando un vínculo de confianza y transparencia, ya que tanto los procesos como la fruta a lo largo de toda la cadena de suministro están certificados por este estándar a nivel mundial. Además, abre la puerta a nuevos mercados y permite cumplir con las exigencias de los clientes, cada vez más preocupados por la seguridad alimentaria.
En esta línea, la organización lleva años apostando por el trato directo con el cliente final, con su sede en Península, Mercamusa, que gestiona sus propias instalaciones de maduración en Alicante desde finales de 2020. Además, esta capacidad de maduración de su propia fruta se verá duplicada a mediados de este 2024 con la inauguración de una nueva nave de maduración en el norte de la Península, que permitirá que los agricultores de Europlátano controlen la maduración y comercialización de su fruta abarcando todo el territorio nacional de manera directa.
Objetivos de Europlátano: expansión internacional y recuperación de la producción
La empresa ahora mismo tiene dos ejes de trabajo fundamentales que son, por un lado la expansión en el territorio continental y la búsqueda de nuevos mercados; y, por otro, la recuperación de la capacidad productiva de la isla de La Palma tras la erupción del volcán. A principios del verano comenzaron las obras en algunas fincas que fueron sepultadas por la lava en 2021. A día de hoy, son 12 los socios de Europlátano que se encuentran en proceso de reconstrucción, varios de ellos aun a la espera de financiación para recuperar sus cultivos.
Desde la dirección se agradece a todos los trabajadores su implicación, trabajo y esfuerzo; con los que han conseguido demostrar una vez más la capacidad de Europlátano de adaptarse a las necesidades del mercado ofreciendo a sus clientes la máxima garantía de calidad y seguridad en sus productos, creando valor para nuestros plátanos, consumidores y, sobre todo, para nuestros agricultores. Estamos muy orgullosos de contar con un equipo que es consciente de la importancia de producir un plátano de calidad y que esté respaldado por sellos como Global GAP, GRASP o la misma norma IFS Food.
