Comunicado del sector bananero de Colombia, Costa Rica, Ecuador, Guatemala, Perú y República Dominicana:
Como representantes del sector bananero latinoamericano rechazamos la adopción de este tipo de prácticas que desconocen el rol de los supermercados y tiendas de descuento en la responsabilidad compartida. Los supermercados y tiendas de descuento deben contribuir para que los consumidores finales conozcan los esfuerzos que los productores de banano asumen para llevarles una fruta sostenible que respeta estándares de certificación y estrictas regulaciones del mercado de destino.
Kaufland forma parte del grupo de supermercados alemanes del proyecto de cadenas sostenibles coordinado por la Deutsche Gesellschaft für Internationale Zusammenarbeit (GIZ) GmbH que, de acuerdo con sus declaraciones, busca promover prácticas sostenibles para la provisión de productos y para garantizar una vida digna a los actores de la cadena de suministro. Sin embargo, en este caso Kaufland mediante sus acciones demuestra la falta de un compromiso real de los supermercados no considerando mecanismos para garantizar el pago de un precio justo, promoviendo prácticas depredatorias de precios y sin contribuir a concientizar a los consumidores finales.
En el marco de la Cuarta Conferencia Global del Foro Mundial Bananero, los representantes de productores y exportadores hemos requerido acciones urgentes y un compromiso concreto por parte de los supermercados para alcanzar la sostenibilidad de la industria. Sin embargo, desafortunadamente, observamos nuevamente como un supermercado participa en proyectos y programas que desvían sus objetivos del verdadero problema, la falta de responsabilidad compartida, y en sus prácticas adopta mecanismos que lesionan a la sostenibilidad de la producción bananera latinoamericana.
Esta acción particular de Kaufland se suma a las acciones que se han identificado por parte de otros supermercados y tiendas de descuento que ofrecen un banano de origen latinoamericano en EUR 1.19, un precio final al consumidor que desvanece los esfuerzos de la industria para alcanzar la sostenibilidad. El precio de venta al público del banano ha permanecido estático durante décadas siendo la fruta más barata en las perchas de supermercados y tiendas de descuento, quienes compiten agresivamente con promociones de la fruta más barata sin considerar los esfuerzos de una producción sostenible.