“Los frutos rojos de Huelva ya no son solo volumen, sino calidad”. DRISCOLL'S
La multinacional Driscoll’s anima a los productores onubenses a potenciar este valor añadido y priorizar el problema de la mano de obra.
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La provincia está cambiando, no solo en cuanto al mapa de cultivo, donde el resto de frutos rojos ha duplicado la superficie de producción de la fresa, sino también en cuanto a filosofía de trabajo. Hoy en día, el sector está más profesionalizado, se moderniza tecnológicamente, lleva a cabo prácticas más sostenibles para cuidar el entorno y apuesta por variedades de sabor, entre otras muchas acciones. No solo es un cambio de imagen, sino un cambio en su forma de entender el producto, más centrado en el consumidor final.
“La oferta de Huelva ya no es volumen, sino calidad”, manifiesta al respecto Raúl Martínez, gerente de Operaciones en España.
En este sentido, desde la multinacional quieren resaltar el trabajo que ha llevado a cabo el sector onubense y que debe ponerse en valor en los mercados importadores. A ello ha contribuido Driscoll’s en gran medida, no solo con una amplia oferta varietal de calidad como obtentores especializados en todas las berries, sino también como asesores en cómo optimizar los recursos en el cultivo.
En esta línea, es la falta de mano de obra uno de los principales retos del sector en la actualidad. Para ello, Raúl Martínez llama a una mayor concienciación del problema y propone como alternativa apostar por la tecnología en el campo en la medida de lo posible. “El sector debe abordar este tema como algo prioritario”, comenta.
Para contribuir a solventar esta situación, los programas de desarrollo genético de Driscoll’s en berries se centran en ofrecer una producción continua durante todo el año mediante la combinación de diferentes variedades, para asegurar a los jornaleros trabajo los 365 días y garantizar así la mano de obra.
En definitiva, la ventaja competitiva que aporta Driscoll’s es su larga trayectoria en el desarrollo genético de toda la gama de frutos rojos, cuando otros apenas trabajaban esos cultivos, más allá de la fresa. Eso le ha permitido ir un paso por delante en la calidad de su oferta. A partir de 2011 comenzó a operar como tal la marca Driscoll’s en Huelva (antes lo hacían mediante la familia Garrido de Moguer), y en estos años ha tenido una fuerte expansión en volumen de producción de sus variedades. Pero en adelante, la compañía cambiará su estrategia y encara una etapa más selectiva, en la que elegirá a los agricultores que podrán cultivar sus variedades. El objetivo no es otro que seguir siendo un referente en calidad.