Con los termómetros por debajo de los 0 grados en zonas como Lleida durante más de siete horas al día, y entre -4 y -5ºC en otros lugares del Valle del Ebro, los productores catalanes y aragoneses siguen estimando las pérdidas causadas por las heladas. En el caso de los primeros, la semana pasada, Afrucat ya cifró entre un 70-85% las mermas en la producción para esta campaña, si bien no será hasta finales de este mes cuando cuenten con unas primeras previsiones oficiales.
En cualquier caso, lo que está claro es que “la caída de la producción será histórica en todo el Valle del Ebro”, lamenta Manel Simón, director general de Afrucat, en declaraciones a la revista MERCADOS, quien considera “impensable” que las pérdidas de volumen se puedan compensar en precio: “Hay agricultores que lo han perdido todo”.
En una situación tan dramática como la actual, los productores “vamos a priorizar la comercialización segura”; esto es, “la exportación fuera de la UE, a excepción de Reino Unido, va a caer en picado”, mientras que la gran distribución europea, británica y española “serán las prioridades”. Y llegado a este punto, Simón lanza un ‘aviso para navegantes’: “Este año no deben existir ni presión al precio ni promociones para alentar el consumo, el comprador que lo haga se va a quedar sin producto”.
Para quienes, por el contrario, “prioricen el producto y no la promoción o el precio, la fruta estará garantizada, siempre y cuando hayan planificado muy bien sus compras”.
De momento, aún no existe falta de producto en el mercado, las zonas precoces como Andalucía o Murcia no han padecido la incidencia del clima. “Los problemas se notarán desde mediados de junio, y sobre todo en julio y agosto, cuando la falta de fruta sea generalizada”. Y es que, solo el Valle del Ebro tiene un potencial de unos 800 millones de kilos anuales, que lo convierten en el primer proveedor europeo.
Inversiones a futuro
Este tipo de fenómenos meteorológicos, evidentemente, no se pueden prever, pero ante la incertidumbre de que se puedan repetir -algo que puede ocurrir-, el director general de Afrucat afirma que “nos tendremos que adaptar”. Para ello, serán necesarias inversiones tanto en sistemas de aspersión antiheladas como en mallas antigranizo.
Afrucat ha mantenido encuentros ya tanto con el Ministerio de Agricultura como con la Consejería de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de Cataluña para abordar esta situación excepcional, que resulta especialmente complicada para las centrales hortofrutícolas. “Algunas de nuestras empresas ya han presentado ERTEs, y esto es muy grave, nunca antes había pasado en nuestro sector”, afirma Simón.
Los productores han solicitado un sistema de apoyo de la Administración para las centrales que lo necesiten y, de momento, han obtenido el compromiso de ofrecerles una respuesta lo antes posible.