El espárrago vive en una situación de tensión en los últimos años, se enfrenta a desafíos significativos en los ámbitos de producción, comercialización e innovación. La intersección de la sequía, el cambio climático y la escasez de mano de obra ha generado un escenario complejo para los productores de regiones clave como España, México y Perú.
Las últimas campañas han estado marcadas por la incertidumbre. En España, la sequía causada por el cambio climático ha provocado reducciones significativas en la cosecha, con estimaciones que sugieren una merma del 40% para la temporada 2022/2023. En paralelo, fenómenos climáticos como ‘El Niño’ han impactado en la producción de México y Perú, generando preocupaciones sobre la estabilidad a largo plazo del cultivo, además de la amenaza de plagas que tanto condicionan las campañas.
Ante este panorama, los productores se ponen como objetivo buscar nuevas zonas de producción y adoptar prácticas más sostenibles. En España, algunas empresas exploran cultivos en regiones más septentrionales.
La comercialización del espárrago también presenta desafíos significativos en un contexto de cambios normativos y fluctuaciones en los costos logísticos internacionales. Si bien Europa sigue siendo el principal mercado para España, se exploran nuevos destinos tanto a nivel nacional como internacional, mientras que en México y Perú se busca ganar terreno en mercados clave, alargando la campaña.
En términos de innovación, el sector del espárrago está encaminado hacia la mejora de la eficiencia en los procesos y la modernización de las instalaciones. Se plantean inversiones para optimizar la productividad por hectárea, con enfoque en variedades más resistentes al estrés hídrico y climático, así como en el desarrollo de productos de IV gama.
Sin embargo, estos avances se ven amenazados por la incertidumbre económica global, con eventos geopolíticos y logísticos que afectan a los costos de producción y exportación. En este contexto, la colaboración entre los actores del sector y el impulso a la investigación y desarrollo se presentan como elementos clave para afrontar los desafíos y garantizar la sostenibilidad del mercado del espárrago a largo plazo.
Reunimos para hablar de todo ello a Antonio Zamora, gerente de Cesurca, Javier Trujillo, gerente de Cosafra y José Ángel Delgado, director comercial en Los Gallombares, en cuanto a la producción española. Procedente de México, Rocío Aguilar, gerente de ventas de exportación a Europa & Australia de Altar Produce LLC; de Perú, Ian Trylesinski de Floridablanca. Como importador, Landgard, con Christian Baumert, su responsable de espárrago y como moderadora Amalia del Río directora de la revista Mercados.
PRODUCCIÓN – AGUA
¿Qué balance hacéis vosotros de la campaña 2022/2023? ¿En México y Perú cómo se ha desarrollado, teniendo en cuenta las consecuencias de ‘El Niño’?
J. A. Delgado: Uno de los principales problemas que hemos tenido y tenemos es la sequía, que está trayendo un grave problema a la zona de Granada. Esto ha hecho que la temporada pasada hayamos bajado un 30-40% de la producción en comparación a otros años. Hay que buscar soluciones futuras para esta coyuntura y aumentar la producción en los próximos años.
A corto plazo es difícil averiguar una solución. Entonces, tiene que haber alternativas a largo plazo, como son la búsqueda de la construcción de nuevas desalinizadoras, invirtiendo en la zona de Málaga, Granada y en toda la costa de Andalucía.
J. Trujillo: Nosotros creemos habría que pedir un mayor compromiso a los gobiernos autonómicos. En el caso de Andalucía, podrían hacer un paquete de ayudas de infraestructuras para modernizar todos los riegos, para toda la vega de Granada y parte de la de Málaga, donde están la mayoría de nuestras producciones de espárragos, ya que es necesaria una renovación de las infraestructuras. Nosotros trabajamos para optimizar todo el riego al máximo para ser lo más eficientes posibles, pero necesitamos más apoyo. Como comenta Ángel, la campaña estuvo marcada principalmente por la bajada de producción.
A. Zamora: El panorama no es fácil, si no cambia y no hay lluvia, la producción seguirá bajando, tenemos que ver las lluvias de febrero y marzo, pero como comentaban, venimos de un descenso del 40%, la caída ya ha sido importante. Respecto a las infraestructuras, hay una realidad y es que han estado olvidadas durante mucho tiempo en España. La necesidad de infraestructuras hidráulicas para el espárrago es algo histórico y lo estamos viviendo en primera persona.
Es algo que se preveía, porque hay zonas donde hay agua y sobra, se trata de hacer trasvases y canalizaciones para tener acceso al agua. Lo más inmediato y lo más factible podría ser el aprovechamiento de las aguas terciarias.Pero eso tiene que estar unido también una modernización. Si al final estamos montando depuradoras, pero vertiendo otra vez el agua al río en vez de estar aprovechándola en agricultura. No estoy diciendo con esto que haya que dejar o eliminar el cauce ecológico de los ríos, que habrá que mantenerlo. Pero es importante ese aprovechamiento de esa distribución del agua para aquellos productos que realmente lo necesiten.
Antonio Zamora, CESURCA
“Es importante un aprovechamiento de la distribución del agua para aquellos productos que realmente lo necesiten”
“El crecimiento que vivió el espárrago no se debió tanto a la demanda, sino más bien a la rentabilidad del cultivo frente a otros productos”
“El problema es que tenemos mayor coste en mano de obra y menor productividad; la solución sería la mecanización”
I. Trylesinski: En Perú, nuestro problema es que el espárrago no es una prioridad. La mayoría de las empresas agrícolas prefieren cultivar otros productos más rentables. El espárrago necesita agua, entonces, si bien nuestra agricultura no es como la de España, que es secano, es a riego, por ello, los productores prefieren irse a por el arándano, uva, granada, mango o por el cultivo de aguacate, que consume menos que el espárrago. Y, por otro lado, históricamente el espárrago siempre ha sido el cultivo de márgenes más complicados al ser más perecedero y tener un mercado más difícil, lo cual ha provocado que alrededor del 30% de las empresas hayan desaparecido en los últimos años.
R. Aguilar: En México tenemos una posición un poco diferente de España o Perú. En México el tema del agua aún no se ha convertido en un problema. Tenemos distintas zonas de producción, el área del Bajío, en Guanajuato, pero donde se concentra la mayor producción, es en la zona de Caborca, del estado de Sonora y Baja California. En estas zonas sí es cierto que hemos visto, por los efectos del clima una disminución en la producción. Del 21-22 con respecto al 20-21 tuvimos una disminución del 40%. Eso nos ha impactado muchísimo. Y luego del 2022 al 2023 tuvimos un bajón de un año para otro del 25%.
Podemos decir que sí nos ha afectado el efecto de clima, más que el agua y la sequía, ha sido el fenómeno de El Niño (patrón climático natural en el océano Pacífico tropical que tiene efectos devastadores, desde olas de calor abrasadoras hasta fuertes tormentas). Nosotros prevemos un impacto en las producciones mayor que la de 2022-23.
C. Baumert: En Alemania estamos sufriendo también la falta de agua y menor producción, tenemos una demanda, pero no podemos asegurar poder servirla porque no se puede garantizar al 100%. Con picos de demanda donde se duplica o triplica el consumo, suponen semanas difíciles porque debemos buscar alternativas que cubran esa subida. En nuestro caso, países como Grecia están creciendo, o incluso Turquía, se posicionan como solución a estas situaciones.
Nosotros comercializamos tres millones de kilogramos al año entre espárrago blanco y verde, una parte importante de nuestro negocio, por el alto consumo que tiene Alemania de este producto. Alemania valora mucho el espárrago blanco, que producen localmente pero solo con dos meses de campaña al año, así, el verde supone un complemento clave en la demanda de los consumidores alemanes. La producción local de espárrago blanco, por poner en contexto al lector, puede iniciar la campaña con un precio por kilo cercano a los 20 €. El espárrago verde, que principalmente se importa de España, ha promovido un aumento de consumo durante un mayor tiempo. Además, el marketing ha ayudado a que se alcancen nuevos consumidores y se cree una mayor gastronomía a su alrededor.
Alternativas, ¿deslocalización?
A. Zamora: Nosotros hace tres años comenzamos un proyecto en Guadalajara, España. Porque a pesar de tener un clima único en Granada, queríamos alargar la campaña, el motivo es que llevamos varios años que el inicio de la campaña de Perú, por las temperaturas del invierno, hacía que fuese muy difícil importar. Ahora mismo trabajamos unas 200 hectáreas. De momento, el objetivo es mantener esa superficie, pero evidentemente hay que ir buscando otras zonas complementarias, que también nos permitan adelantar la cosecha, como Huelva, Portugal… Buscamos un lugar donde las producciones no sean explosivas, que estén más controladas.
J. A. Delgado: Como ha dicho Antonio, Granada tiene un clima especial y es donde mejor se cultiva el producto. Pero estamos intentando ampliar un poco en zonas de Cádiz y Huelva. Algo en Sevilla, puntualmente Córdoba… Son proyectos que contemplamos a medio-largo plazo, para en un futuro tener algo más de producción si se decide adelantar o atrasar la campaña, que es el objetivo final, dar un servicio antes de que empiece la campaña de Granada.
R. Aguilar: Todos deseamos ampliar la ventana, nosotros producimos y exportamos todo el año, pero si hablamos del mercado europeo, tenemos ventanas muy puntuales en las que podemos acceder. La primera, de enero a marzo, porque luego empieza España con producción local y para nosotros es complicado competir. Nos concentramos en Estados Unidos y otros continentes, pero no Europa. Sí hemos identificado las ventanas comerciales donde tenemos que crecer. Porque mientras para Perú está siendo más complicado sembrar espárragos, a nosotros se nos abre la posibilidad de que podamos entrar en una ventana que tradicionalmente le pertenecía a Perú, de junio a diciembre. Ahí es donde estamos tratando de extender nuestra producción que tenemos en Baja California Sur como una de las opciones más viables a nivel productivo y logístico.
I. Trylesinski: El único país que hoy en día puede tener la ventana más larga es Perú, la que todos quieren. Pero los agricultores de Perú prefieren otros productos en vez del espárrago, porque tenemos el mejor clima y la fortaleza para hacer muchos cultivos. Perú podría sembrar más y más hectáreas de espárragos, pero hay otros productos más rentables.
Podríamos producir mucho más, pero el precio debe ser más atractivo, además, tenemos el problema logístico, nuestro coste es muy alto. Nosotros, por ejemplo, no podemos competir con México ni con España, por lo que tenemos que estar el resto del año para que nos sea rentable. Tenemos que entrar en otras ventanas o tener las ventanas más largas para complementar Europa.
Javier Trujillo, COSAFRA
“Nosotros creemos que habría que demandarle más compromiso a los gobiernos autonómicos para el desarrollo de infraestructuras”
“A fecha de hoy el espárrago lo absorbe prácticamente Alemania, un 70% de las producciones”
“En los últimos tres años hemos computado un aumento de los costes de un 40%”
C. Baumert: Para Alemania, respecto al consumo de espárrago, es necesario aclarar que, al ser un producto de primavera, su demanda es de primavera hasta verano, aunque hoy en día hay oferta todo el año. Los supermercados han apostado por una oferta continuada y la demanda ha respaldado esa propuesta. La calidad también ha acompañado para que esa oferta sea estable, el consumidor alemán prioriza la cercanía, pero es exigente también con el resto de orígenes.
José Ángel Delgado, LOS GALLOMBARES
“La sequía provocó que la temporada pasada bajásemos un 30-40% de la producción en comparación a otros años”
“La competencia cada vez está aumentando más en Europa”
“Estamos intentando ampliar un poco las zonas de cultivo en Cádiz y Huelva”
MANO DE OBRA-MECANIZACIÓN
Ante una patente falta de mano de obra en el campo, ¿es la mecanización la única solución?
J. A. Delgado: La mano de obra es actualmente uno de los factores que más merma la producción del espárrago verde y el trabajo de manipulación. Tanto en el campo como en las centrales de manipulación, hay falta de mano de obra. Muchos de los agricultores que hay actualmente recolectando productos no encuentran trabajadores para ayudarle a la recolección. Al igual que en las centrales, nos vemos obligados a buscar trabajadores de fuera de España, de otros países de Europa. Si no, sería imposible elaborar este producto.
A. Zamora: También valoramos la posibilidad de mecanizar, pero es difícil. Yo el año pasado estuve viendo en Holanda una máquina que estaba en prueba para cosechar espárragos en campo con una sola persona. Y aproximadamente podía cortar unas 12 hectáreas en un día. En una línea que cortaba la máquina sacó una caja, mientras que con los operarios se sacan tres. Tampoco tiene la mayor precisión y sensorización, creo que cuando entra a cortar el daño que hace es mayor que el beneficio que repercute.
Evidentemente es un proyecto piloto que está iniciándose, se tendrá que ir perfeccionando. Pero entre las reivindicaciones del campo español de las últimas semanas, hemos echado de menos la demanda de la falta de mano de obra. Se debería de pedir más agilidad a las administraciones en los tratados que pueda haber con países terceros, porque nosotros no podemos vivir con una campaña que está para iniciar y sin personal.
R. Aguilar: En México ya empieza a convertirse en un problema, al igual que en España, y la administración no apoya la iniciativa privada. Los salarios mínimos, por ejemplo, se han incrementado en un 20%, haciendo la operación mucho más costosa. Los trabajadores del campo los traemos del centro de México a 3.000 km, pero con estas nuevas regulaciones del salario mínimo, el trabajador prefiere quedarse a trabajar en una fábrica o quedarse en casa en lugar de separarse de la familia.
Ian Trylesinski, FLORIDABLANCA (PERÚ)
“El único país que hoy en día puede tener la ventana de producción más larga es Perú”
“Alrededor del 30% de las empresas de espárrago en nuestro país han desaparecido en los últimos años por falta de rentabilidad”
“Nuestro reto es controlar las plagas, en Perú es lo más complicado, porque es lo que más afecta”
COMERCIALIZACIÓN
El cultivo del espárrago tuvo un boom hace pocos años por una demanda mayor por parte de Europa. Para entender la situación de hoy es importante conocer el origen de esa explosión tan grande de producción y de demanda. ¿A qué fue debido?
A. Zamora: El crecimiento que vivimos no se debió tanto a la demanda, sino más bien a la rentabilidad del cultivo frente a otros productos. Tuvimos un pico de producción en 2018 que nos hizo reflexionar qué era lo que necesitábamos cultivar, cuánto y de qué manera. De esa experiencia, seguimos sembrando, pero a día hoy, es una realidad que estamos bajando el volumen. Yo creo también que influye, por un lado, que no tenemos suelos disponibles en la zona. Y, por otro, porque cada vez tenemos menos agricultores. Nos hemos dedicado a contar que trabajar en el campo es horrible, un desprestigio social. Y ahora tenemos estas consecuencias.
J. Trujillo: A fecha de hoy, el espárrago lo absorbe prácticamente Alemania. Casi todo, o por lo menos un 70% de las producciones, y el resto pues se queda en España y otros países de Europa. Canadá tuvo su momento, pero ahora mismo la logística y los precios hacen que nos centremos en Europa.
J. Á. Delgado: Respecto a la competencia, cada vez está aumentando más con otros países de Europa, como por ejemplo Italia, que empieza con producción en el mes de abril-mayo. En Grecia también están cultivando y Hungría empezó el año pasado. Esto provoca que estén bajando el precio, haciendo promociones, para entrar el mercado, pero nosotros debemos diferenciarnos por una mejor calidad.
C. Baumert: Es cierto que cada país tiene un precio y cada uno compite con una situación diferente. Cada vez más competencia, precios más bajos, promociones, … Pero Alemania es demasiado grande y España siempre va a ser el país más importante para Alemania. La situación es que España coincide con Hungría, Italia también y Grecia cuando tiene volumen. Lo que sí produce es mayor tensión en el mercado.
En Alemania el espárrago es un producto que cuesta más que una hortaliza media y es considerado gourmet. Aquí se celebra el inicio de la campaña de espárrago blanco cuando empieza en primavera y lo llegan a comprar hasta 20 € kg, pero aceptan el que llega de importación.
COSTES
La incertidumbre actual y los conflictos internacionales incrementan los costes de producción y logística que influyen en el precio de venta, ¿en qué medida os está afectando? ¿se ha estabilizado tras el Covid? ¿habéis podido repercutirlo?
J. Á. Delgado: Es inevitable que en el precio final de un producto haya una serie de costes que se agregan para que toda la cadena pueda ser sostenible y todos sigamos trabajando. Pero no solo el precio del gasoil, los abonos, sino que hay muchos factores en el campo, como la subida del salario mínimo, que hacen que se sumen al precio del producto. Lo que debemos es intentar que toda la cadena ayudemos de igual forma para que los precios sean accesibles para los consumidores.
Rocío Aguilar, ALTAR PRODUCE LLC (MÉXICO)
“Todos queremos ampliar la ventana, nosotros estamos todo el año, pero si hablamos del mercado europeo, tenemos ventanas muy puntuales a las que podemos acceder”
“En México la falta de mano de obra ya empieza a convertirse en un problema, además, la administración no apoya la iniciativa privada”
«En México el tema del agua aún no se ha convertido en un problema»
J. Trujillo: En el último año se ha incrementado el salario mínimo, que no para de subir, no se sabe hasta dónde vamos a llegar. En España, tenemos un grave problema con el tema de costes en los dos últimos dos, tres años hemos computado un aumento de los costes de un 40%, lo cual es insostenible para cualquier empresa agrícola. También han bajado las producciones, lo que hace que la rentabilidad disminuya, porque los precios no aumentan para cubrir ese descenso. Ante ese panorama tenemos que poder exigir a la distribución unos precios justos.
A. Zamora: El problema es que tenemos mayor coste en mano de obra y menor productividad. El mayor coste, el salarial, que es un coste directo, pero claro, eso es manteniendo la misma productividad, pero el personal que tenemos cada vez es menos productivo y menos formado por la falta de mano de obra. Si hacemos un ratio de productividad por kg/€/hora, cada vez es menor la hora de trabajo. La solución, evidentemente, sería la mecanización. Pero somos un sector pequeño. no tenemos suficiente fuerza para los fabricantes, para que empresas que se dedican a ese tipo de tecnología quieran invertir más que, por ejemplo, en cereza o cítricos.
C. Baumert: En Alemania han subido ya los precios, pero están en un nivel más estable. Para cubrir todos los costes intentamos llegar a un precio, pero ahora tenemos el hándicap de que la producción no es suficiente. Pero sí, han subido ya los precios tanto para la distribución como para los proveedores.
R. Aguilar: Y esta situación, al menos en México, desestimula la demanda. En nuestro país ha afectado fuertemente. El impacto, por ejemplo, en el tipo de cambio del peso mexicano frente al dólar ha afectado al coste de fertilizantes, todos los costes de producción se han incrementado tremendamente. Sí es cierto que han bajado un poco, pero no han alcanzado el nivel normal que teníamos antes de COVID y yo no creo que vayan a bajar los precios de los productos hortofrutícolas.
C. Baumert: A esto hay que añadir la inflación, que se ha notado mucho en el consumo en Alemania y de esto han salido ganado los discount. Ahora, se está estabilizando un poco, pero sí se ha notado muchísimo y la gente ha comprado menos.
I. Trylesinski: En nuestro caso, la inflación sí se ha notado, creo que la bajada de producción también amortiza un poco el tema porque en los últimos años el espárrago se había comoditizado mucho y no es bueno para el sector. Antes, el espárrago era un bien de lujo, siempre ha sido un bien caro porque es costoso de producir y se consumía asumiendo ese alto precio. Pero como decía Christian, era caro, pero era rentable, la gente comenzó a producir en exceso y se devaluó.
Christian Baumert, LANDGARD (ALEMANIA)
“Nosotros comercializamos tres millones de kilogramos al año, una parte importante de nuestro negocio, por el alto consumo que tiene Alemania de espárrago”
“La producción local de espárrago blanco puede iniciar la campaña con un precio por kilo cercano a los 20€”
“El consumidor alemán prioriza la cercanía, pero es exigente también con el resto de orígenes”