Viveros Campiñas: «Necesitamos desinfectantes adecuados para poder cumplir con la legislación»
Viveros Campiñas cierra una campaña tranquila marcada por la excepcionalidad en el uso del metam sodio para la desinfección de los cultivos.
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Inma Sánchez
Gustavo Herranz, gerente de la compañía, valora el final de una campaña con “pocos problemas” en un año “relativamente tranquilo” y donde, gracias a las lluvias de primavera y principio de verano, considera que se solucionaron “un poco” los problemas en cuanto a los niveles de agua embalsada, “pero no parece suficiente para estar tranquilos en este aspecto. Habrá que ver cómo evoluciona el verano de cara a esta nueva campaña 24-25”.
Otro de los aspectos clave ha sido la búsqueda de una solución para la desinfección del campo, una situación que Herranz define como “nefasta”. “El Ministerio se niega a dar autorizaciones excepcionales con productos más eficaces como Dicloropropeno y Cloropicrina y nos da un producto “alternativo” como es el Metam sodio, que tiene limitaciones de un año cada tres en la aplicación en la parcela y que no es efectivo contra los riesgos sanitarios que tenemos”, detalla.
El Ministerio se niega a dar autorizaciones excepcionales con productos más eficaces como Dicloropropeno y Cloropicrina y nos da metam sodio
“Los viveros tenemos una obligación con respecto a la sanidad vegetal que se deriva de las legislaciones en cuánto a la certificación de plantones. Por lo tanto, necesitamos
desinfectantes adecuados para poder cumplir con la legislación”, enfatiza el gerente de Viveros Campiñas, recordando que una mala desinfección puede derivar en problemas fitosanitarios “y malograr la buena reputación de los viveros españoles”. “Competimos en inferioridad de condiciones con nuestros mismos socios como Italia o Grecia en la Unión Europea, imaginemos la inferioridad con países no pertenecientes a la UE”, asevera.
Cambio climático y variedades
El gerente de Viveros Campiñas cree que el cambio climático “es un hecho”, con una serie histórica de temperaturas en el arranque de la planta en los viveros de altura y la plantación inmediata por parte de los agricultores particularmente alta en el mes de septiembre y octubre. “Habrá que ir adaptándose para no arrancar con tanto calor, incluso retrasando algo las campañas para dejar que la planta se pare vegetativamente un poco más y pueda acumular reservas y/o horas frío, que es lo característico de nuestra zona de producción de vivero y es lo que da el vigor a la planta para aguantar trasplante y producir precozmente”, analiza.
En cuanto a las variedades, reconoce que los materiales genéticos de Fresas Nuevos Materiales “siguen predominando en el sector y luego hay una amalgama de obtentores que intentan posicionar sus variedades y que, desde hace años, quieren llenar el hueco de Fortuna, que se ha venido totalmente abajo”.
Herranz opina que “a veces cuesta estabilizar una variedad, aprender a manejarla y sacarle un beneficio, porque enseguida se quiere introducir otra en el mercado con una característica ligeramente mejor”, destacando que si una fruta tiene postcosecha, sabor adecuado, continuidad homogénea en la producción a lo largo del año y una productividad media-alta en gramos “es candidata a mantenerse o crecer en el mercado. Pero eso, claramente, es el unicornio que todo el mundo está buscando”, afirma.