Tres aspectos claves
Para Gustavo Herranz, gerente de Viveros Campiñas, las perspectivas de rendimiento de la planta de fresa se miden de varios modos. Por un lado, asume que controlar la sanidad de las plantas va a ser muy complejo, ya que Sanidad Vegetal obliga a los productores de planta viva a mantener unos estrictos niveles de patógenos y, sin una correcta desinfección, va a ser muy difícil mantenerlos. Por otra parte, la productividad de las plantas y su vigorosidad se ven mermadas al crecer en suelos más cansados. Y, por último, económicamente, las malas hierbas se pueden volver insostenibles, provocando una desinfección pobre.
Mayor rusticidad
El mercado aún no ofrece alternativas que sean “técnica y económicamente viables”, explica Herranz, quien ha probado muchas, pero afirma no haber encontrado nada eficaz con los sistemas de producción actuales. Ello está provocando que las variedades más rústicas sean cada vez más valoradas.
La planta en vivero está evolucionando correctamente, con un óptimo nivel sanitario gracias a la desinfección de mucha parte de su superficie en el otoño de 2021.
“La productividad de las plantas y su vigorosidad se ven mermadas al crecer en suelos más cansados”
Contención de precios
Herranz define la actual situación económico-financiera a nivel macro como bastante deteriorada y el fantasma del desabastecimiento de algunas materias primas puede hacerse realidad. “Las empresas estamos conteniendo los precios, intentando ser más eficientes y no imputar al siguiente eslabón la subida de costes, porque si no, empezaríamos con problemas de inflación de segundo grado”.