Una cadena alemana de supermercados implantada en toda Europa (también en España) y líder en el país germánico pretende comprar naranjas españolas a precios que se sitúan por debajo de los costes de producción, en régimen de pérdidas, lo cual prohíbe la legislación.
Como es habitual a lo largo de las campañas de frutas y hortalizas, las compañías de supermercados preparan estrategias comerciales para semanas venideras, proponiendo a los proveedores candidatos unos precios de compra para determinadas cantidades y fechas.
En esta dinámica, una cadena comercial germana ha girado oferta a cooperativas y otras firmas exportadoras valencianas para que le suministren naranjas a razón de 0,45 euros por kilo para dentro de dos semanas.
Este precio se sitúa claramente por debajo de los costes. Más aún, cabe que en muchos casos no lleguen ni a cubrir la suma de gastos de recolección, transportes, manipulación, selección y envasado en almacenes, etc., quedando nada o prácticamente nada para el agricultor.
Se trata de una situación que transgrede la ley de la cadena agroalimentaria, pero la cadena de comercialización ha encontrado la forma de esquivarla formalmente: en los contratos de compra en campo y de suministro de almacén a supermercados se incluyen cláusulas por las que se aparenta (porque se firma) que la parte vendedora de cada caso está vendiendo «por encima de sus costes», lo que no es cierto. Pero nadie actúa de oficio.
Fuente: Las Provincias