Sorma Group, líder en el diseño y la construcción de líneas completas para la post-cosecha de productos hortofrutícolas, presentó este año en Fruit Attraction dos soluciones innovadoras para el sector dedicadas a la fase de selección: PulpVision, una nueva clasificadora óptica específica para kiwis capaz de detectar el color interno verde, amarillo y rojo de la pulpa, y BIOSCAN® para medir el grado Brix de la fruta.
Dentro del campo de la clasificación óptica, Sorma Group presentó también en la feria su top de la gama HyperVision junto con la versión actualizada de InstanDefect-AI, el software de visión de Sormatech, basado íntegramente en Inteligencia Artificial y sistemas de deep learning que proporciona un aumento considerable de la capacidad de detección de todo tipo de defectos externos y de maduración.
Las tres soluciones se fundamentan en la plataforma Sormatech, la estructura mecánica de las clasificadoras ópticas de Sorma Group basada en el innovador carro modelo Z, que permite girar y transportar frutos de entre 38 mm y 110 mm, y pueden montarse juntas, como se demostró en el contexto de la feria, pero también instalarse individualmente. Entrando en los detalles de cada una de las máquinas, Sorma Group aborda la gestión del análisis de la coloración de la pulpa interna del kiwi dedicando a esta fruta la clasificadora PulpVision, gracias a la cual los operarios pueden separar los kiwis según el nivel de coloración de la pulpa en
varias subdivisiones y gestionar la puesta en el mercado de forma precisa, poniendo en cámaras frigoríficas la fruta que no ha alcanzado el color ideal y enviando a la venta las que ya están listas, mejorando así la experiencia de compra del consumidor. La clasificadora trabaja a la velocidad de la línea Sormatech, 15 kiwis por segundo, analizando toda la fruta con una rotación de 360 grados.
BIOSCAN®, por su parte, es la solución para detectar el nivel de azúcar de cítricos, kiwis, frutas de hueso y tomates (*Brix). El funcionamiento es muy sencillo: los productos pasan por debajo de la unidad de lectura Brix equipada con sensores N.I.R. que aprovechan la interacción de la materia con la radiación del infrarrojos cercano, lo que permite obtener, en tiempo real, información sobre la estructura molecular y las propiedades químico-físicas de la fruta. Este sistema, nada invasivo, deja los frutos intactos, lo que permite, a su vez, tomar muestras con frecuencia; además, garantiza una gran precisión y una manipulación del producto extremadamente cuidadosa gracias al sistema especial de transporte y descarga.
Por último, pero no por ello menos importante, en el stand de Sorma Group fue posible ver y conocer mejor las múltiples funciones de la clasificadora óptica HyperVision, aún más eficaces gracias a la nueva versión del software InstanDefect-AI. Gracias a los principios del autoaprendizaje, este software se adapta a todo tipo de productos hortofrutícolas: de hecho, los programas introducidos en el sistema pueden ser fácilmente actualizados por el operador mediante la lectura de la muestra de fruta de interés y la elección del parámetro que se desea monitorizar (por ejemplo, defecto/piel sana). De este modo, la máquina en la que se instala queda instruida, «aprende» y responde con mayor eficacia en la selección de la calidad, garantizando una clasificación sin precedentes de los cálices/pedúnculos de los frutos junto con una detección avanzada de los
defectos externos y de maduración.
La nueva versión ofrece aún más potencia de detección. De hecho, el departamento de I&D de Sorma Group ha trabajado intensamente para trasladar todo el núcleo de Inteligencia Artificial a un entorno de software Linux, lo que permite aprovechar al máximo el potente hardware disponible (1PC de última generación por cada línea del calibrador) y acelerar el rendimiento global de clasificación del producto. Otro cambio importante radica en la generación de los modelos predictivos de inteligencia artificial, que ahora son completamente locales al calibrador, sin depender de servicios externos en la nube, lo que permite una total independencia y seguridad de la continuidad operativa. La elección de Linux también garantiza una mayor protección contra los ataques informáticos respecto a la de otros sistemas del mercado.
«Con estas innovaciones –dice Daniele Severi, director de la División de Tecnología de Sorma Ibérica–, Sorma Group demuestra ser un socio atento a las necesidades del sector hortofrutícola en las operaciones de post-cosecha, y está respondiendo precisamente con soluciones específicas que permiten a nuestros clientes ser competitivos en los mercados internacionales garantizando un producto final de calidad y en el tiempo justo».