Semillas Fitó ha crecido mucho en los últimos años, tanto a nivel geográfico como en penetración de mercados. Fruto de esta mayor dimensión y de una evolución natural del negocio hacia un modelo sostenible, han decidido segmentar su estructura en tres canales, como nos explica Elena Astor, Vegetables Marketing Manager de la firma: “Queremos generar riqueza en toda la cadena agroalimentaria a partir de la semilla, como bien indica nuestro propósito, pero de una forma sostenible en el tiempo; así, la idea es aplicar nuestra especialización en todos los eslabones de manera integral”. Y este objetivo no puede lograrse solo conociendo la situación actual, sino poniendo la mirada en el futuro. Para ello, consideran esencial contar con equipos especializados y próximos al cliente y al mercado, de los que partan sus programas de mejora.
La idea es aplicar nuestra especialización en todos los eslabones de manera integral
Estos tres canales están diferenciados según el destino de sus variedades: Veg Production (para fresco), Veg Industry (para procesados) y Veg Value Chain (para la distribución).
Veg Production
En este canal, la base de su negocio hasta la fecha, cuentan con 10 líneas de trabajo de especies vegetales. Por un lado, las hortalizas de fruto como son el tomate, el pepino, el calabacín, el pimiento, la berenjena, el melón y la sandía; y, por otro, el maíz dulce, la judía y el haba.
“No nos distraemos ni con otras especies vegetales ni con otro tipo de negocios, de ahí nuestro alto grado de especialización, siendo una de nuestras palancas de éxito”, comenta la Marketing Manager. La segunda clave del éxito es su equipo técnico, experto y de ámbito local, que siempre ha caracterizado a Semillas Fitó. “Aunque somos una empresa global, actuamos a nivel local, lo que nos permite ofrecer soluciones adaptadas a las necesidades de cada territorio”, añade.
Veg Industry
El objetivo de este canal es optimizar los procesos productivos de la industria agroalimentaria. No es algo nuevo para Fitó, que lleva años preocupándose de las necesidades de sus clientes para este segmento y adaptando sus productos a ella, con programas de mejora específicos que permitan maximizar el rendimiento en la industria, otra de las claves del éxito. Para ello, colaboran con clientes punteros desarrollando proyectos compartidos que dan respuesta a sus necesidades y sirven de modelo para el resto del sector.
Veg Value Chain
Por último, este canal se centra en impulsar la diferenciación en el mercado que aporte valor a la cadena, a través de productos de marca y una visión estratégica para la gestión de la categoría de fresco. Dedican recursos específicos en inteligencia de mercado, estudios de necesidades emergentes, de comportamiento de compra, etc., para entender muy bien hacia dónde deben dirigirse con su innovación. Esto representa una gestión integral de la categoría de frescos para “entender el lineal y compartirlo con la cadena, posicionando nuestras variedades que aportan el mayor valor posible en cada una de las categorías”, apunta Astor. Ejemplos destacados son el tomate Monterosa, que celebra 10 años en el mercado como marca de referencia para tomate de ensalada, el melón Waikiki, reconocido con el sello Sabor del Año en Portugal o el tomate Wabi-Sabi.
Semillas Fitó demuestra, una vez más, su genuina forma de trabajar focalizados en el mercado y con una conexión muy cercana con sus clientes, revolucionando la categoría con un innovador modelo de negocio, como bien describe Astor: “Es un gran reto englobar a todos los implicados a nivel global, pero también es una gran oportunidad tener esta estructura para poder aportar soluciones adaptadas”.
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