Nunhems pone el foco en las resistencias a las nuevas razas de mildiu en iceberg
La casa de semillas está organizando una serie de ‘mini demos’ para mostrar sus novedades en esta tipología con resistencias a las tres nuevas razas de mildiu y, además, a fusarium.
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BASF | Nunhems® lleva semanas ‘calentando’ motores para su Demo Salads 2024 y, de hecho, como antesala a su gran evento de hoja anual, la casa de semillas ha programado una serie de ‘mini demos’ en las que ha puesto el foco en la lechuga iceberg. “El año pasado aparecieron tres nuevas razas de mildiu, Bl: 38EU, Bl: 39EU y Bl 40EU”, recuerda Carlos del Espino, Account Manager, quien avanza que, en BASF | Nunhems® ya cuentan con materiales en desarrollo con resistencias a estas tres nuevas razas, así como a fusarium. Y algunos de ellos pronto serán comerciales.
De este modo, y en el marco de estas ‘mini demos’, los mayores productores de lechuga del país han podido conocer esas nuevas variedades, en torno a una decena, que, junto a las citadas resistencias, mantienen, además, las principales características que exige el mercado a la lechuga iceberg: buena formación, calibre y sin acostillado.
El objetivo de la casa de semillas con estas ‘mini demos’ -dos se han celebrado ya y la tercera tendrá lugar justo después de su Demo Salads 2024- es mostrar cada una de estas variedades en su fecha de recolección y en distintas zonas de cultivo (Lorca y el Campo de Cartagena).
Así, entre la última semana de noviembre y la primera de diciembre, los productores nacionales comprobaron el buen comportamiento de los materiales plantados en el otoño temprano; mientras que, entre la segunda y tercera semana de enero, hicieron lo propio con las variedades de otoño tardío.
En la tercera y última ‘mini demo’ programada, serán las variedades de pleno invierno las que centren la atención de los participantes.
Las resistencias, cada vez más importantes
Según Del Espino, las resistencias a mildiu y fusarium son cada vez más importantes en el cultivo de lechuga. En el caso de la primera, por la falta, sobre todo, de materias activas eficaces.
En lo que respecta al fusarium, es un claro ejemplo de cómo el cambio climático está impactando en los cultivos hortícolas. Y es que, si hasta hace unos años la resistencia a fusarium era esencial en las producciones de verano, “ahora es necesaria hasta mitad del otoño”, concluye.