El Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación (MAPA) alertaba hace unos días a la ciudadanía sobre la importancia de informar a las autoridades si recibían un sobre con semillas que no habían solicitado. Saltaba así la alarma sobre el ‘brushing’, una técnica que utilizan algunos vendedores de Internet para conseguir que sus productos aparezcan entre los más vendidos en plataformas como Aliexpress, Amazon o eBay.
Una vez que la persona recibe el envío, los propios vendedores escriben buenas valoraciones en las páginas de los productos haciéndose pasar por los usuarios. Pero para poder valorar una compra en cualquier portal, es necesario que se haya producido; de ahí que los vendedores simulen el envío con paquetes de semillas u otros productos de pequeño tamaño y que, obviamente, no impliquen un gran gasto.
Según fuentes de la Policía Nacional consultadas por la revista MERCADOS, esta estrategia de marketing para conseguir reseñas positivas en Internet supone solo un “fraude de comercio”. Sin embargo, para los obtentores de semillas, sus consecuencias van mucho más allá.
Elena Saenz, directora de la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE), no esconde su preocupación por la llegada a casas de particulares de estas semillas: “Cualquiera las recibe y, directamente, las planta para ver qué crece”. Pero este no es, ni mucho menos, un proceder adecuado: “La gente que reciba este tipo de sobres debe tener claro que no debe abrirlos, ya que las semillas pueden contener virus o enfermedades”.
Según Saenz, la propagación de estas semillas entraña dos importantes riesgos: por un lado, la introducción en el país de una especie invasora que no solo amenace las producciones agrícolas, sino también los ecosistemas naturales; y por otro, la entrada de virus y enfermedades. “Estamos hablando de algo muy serio, ya no solo por el impacto que pueda tener sobre la producción, sino que la aparición de plagas o enfermedades en un país puede traer consigo el cierre de mercados de exportación”, sostiene.
Según la FAO, que ha proclamado este 2020 año de la Sanidad Vegetal, el 40% de los cultivos alimentarios mundiales se pierden anualmente como consecuencia de las plagas; de ahí la importancia de ser prudentes con la recepción de estos sobres.
El ‘brushing’ comenzó en EE UU y ya ha llegado a España, donde de momento se ha detectado el envío de 14 especies diferentes, entre ellas romero, col, rosas o mostaza. Países como Alemania, Francia, Irlanda o Países Bajos también han informado a la Comisión Europea (CE) de estos envíos, que han sido recibidos, incluso, en hogares de Reino Unido.
Si reciben estas semillas, no lo duden: informen al área de Agricultura de la Delegación del Gobierno correspondiente o a los servicios de Sanidad Vegetal de su comunidad autónoma para proceder a la destrucción del material.