El pasado día 1 de mayo por la tarde, una intensa tormenta de granizo despertó las alarmas en el sector de la fruta de hueso en Extremadura. Su producción de ciruela, seña de identidad de la zona, afectada ya por las lluvias de primavera que habían limitado la floración, se veía seriamente dañada por el pedrisco.
Según Miguel Ángel Gómez, gerente de Afruex en declaraciones en exclusiva a la revista Mercados, «aún es pronto para valorar la extensión afectada y el volumen de fruta que perderemos, pero tenemos que reconocer que tendremos una merma importante en la producción de ciruela».
Jesús Hernández, gerente de la firma Frumaex ha ido más allá, afirmando que las pérdidas pueden llegar a rondar el 40-50% de la producción de esta fruta: «Las lluvias de esta primavera limitaron la polinización de los árboles, por lo que las previsiones de producción ya eran menores. Y ahora el pedrisco del pasado día 1 de mayo», afirmaba Hernández.
Por su parte, Antonio Chavero, consejero delegado de Land Fruit, corroboraba estos datos, apuntando que no es la única tormenta de pedrisco que se ha registrado en la zona. «Tendremos producción suficiente para atender a nuestros clientes, pero sí es cierto que no podremos alcanzar los objetivos de producción fijados inicialmente».
No solo en Extremadura
Así lo ha avanzado la Agrupación Española de Entidades Aseguradoras de los Seguros Agrarios Combinados (Agroseguro) ha detallado en un comunicado en el que recuerda que aún «es pronto para hacer valoraciones».
La entidad ha precisado que por las tormentas de pedrisco se han recibido reclamaciones de más de 10.000 hectáreas.
Unas 6.200 de ellas corresponden a producciones de frutales, sobre todo en la Región de Murcia -que acumula más de 2.500-, aunque también son importantes los daños en fruta registrados en otras provincias como Huesca, Badajoz y Lleida.
Según Agroseguro, los pedriscos también han afectado a cereales, uva de vino y hortalizas, y a otras provincias, como Córdoba, Sevilla y Almería; en esta última se han vuelto a ver dañados algunos invernaderos, tanto en sus estructuras como en sus producciones hortícolas.
En la madrugada del 1 de mayo se produjo una importante bajada de temperaturas que llegaron a situarse por debajo de cero grados en muchos puntos de Castilla-La Mancha.
En este caso, ha indicado en el comunicado, la superficie de la que ya se han recibido declaraciones de siniestro asciende a cerca de 5.300 hectáreas, de las cuales casi 4.800 corresponden a uva de vino.
Cuenca y Toledo son, por el momento, las provincias que registran más daños, y también se han visto afectadas Albacete, Ciudad Real y puntualmente La Rioja, Valladolid y Burgos.
Desde la entidad han remarcado que el seguro de frutales, uno de los cultivos más afectados, «cuenta con un nivel de aseguramiento en producción de más de un 83 % a nivel nacional».
Agroseguro ya ha iniciado la planificación de las labores de tasación.