La DOP de la Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó hace balance de una campaña 2019 marcada por las adversidades climáticas, debido a los efectos que la DANA de septiembre tuvo en las variedades más tempranas; y a complicaciones en la comercialización, pese a la buena calidad de la producción.
Respecto a las cifras, la producción inscrita en la Denominación de Origen ha sido de unos 46 millones de kg, algo inferior a la propia de 2018, debido a la estrecha vinculación existente entre la inscripción en DOP y la contratación del seguro agrario, la cual ha disminuido considerablemente respecto al año anterior como consecuencia de la subida de precios en las primas que ha tenido lugar en este 2019. En cuanto al número de operadores certificados por la DOP, este se ha mantenido, ascendiendo a un total de 40, que han hecho uso de los distintivos de la Denominación de Origen durante esta campaña. Desde el Consejo Regulador consideran que el mantenimiento en el número de operadores que han comercializado uva al amparo de la DOP durante dos campañas consecutivas es un dato positivo, ya que reafirma los esfuerzos que se han llevado a cabo para mejorar el posicionamiento en los mercados de la uva con Denominación de Origen. Esta producción se destina tanto al mercado nacional (aproximadamente un 60 % del total), como a la Unión Europea y terceros países como Canadá o Sudáfrica.
Y es que “los consumidores, cada vez más informados y comprometidos, desean poder encontrar la uva con Denominación de Origen debidamente identificada en sus establecimientos habituales de compra, ya que solo de esa manera pueden estar seguros de consumir la auténtica Uva de Mesa Embolsada del Vinalopó con todas las garantías”, señalan desde el Consejo Regulador. Este es un aspecto determinante para dar valor y diferenciar a un producto que se está viendo afectado por una casuística muy complicada en la presente campaña, marcada por aumentos en los costes de producción y adversidades climáticas que han generado importantes dificultades en los mercados.
Del total de la producción inscrita en 2019, un 50 % corresponde a la variedad Aledo, que se lleva comercializando desde principios de noviembre y será la encarga de traer la suerte en la noche de fin de año. Se estima que 2 de cada 3 uvas consumidas en Nochevieja procederán del Valle del Medio Vinalopó alicantino, lo que supone, aproximadamente, unos 2 millones de kg.
La producción acogida a la DOP es cultivada y acondicionada únicamente en el territorio amparado, que comprende los términos municipales alicantinos de Aspe, Novelda, Hondón de las Nieves, Hondón de los Frailes, Monforte del Cid, Agost y La Romana. Además, las variedades de uva amparadas por la Denominación de Origen (un total de siete, todas ellas con semillas) cubren el período que va desde finales del mes de agosto, con las variedades más tempranas (Victoria e Ideal), pasando por el ecuador de la campaña con variedades como Red Globe, Doña María o Dominga, hasta la mitad del mes de enero con la variedad más tardía: Aledo, emblemática de la Navidad. En el conjunto de la campaña, la producción y comercialización de la Uva del Vinalopó con DOP genera alrededor de 13.000 puestos de trabajo directo, lo cual es un impacto determinante en la economía del territorio en el que se produce.