“Un mar de lodo invadió todas las estructuras en cuestión de minutos, alcanzando, en algunas de ellas, incluso más de un metro de altura. El desánimo inicial – puesto que ya habían tenido problemas durante la pasada emergencia – «fue sustituido por el espíritu pragmático y el fuerte apego a la empresa de cientos de sus empleados llenos de ganas de reaccionar ante la dificultad y con el corazón palpitante por el bien de la colectividad, de la que también forman parte sus clientes», comentó el presidente de UNITEC, Angelo Benedetti.
Este fuerte sentido común hizo que incluso el fin de semana trabajaran desde primera hora de la mañana hasta última hora de la tarde para limpiar todas las áreas de producción de la empresa, con el fin de mantener las promesas hechas a sus clientes y continuar así con la producción y la asistencia de forma regular”, así comienza Angelo Benedetti, entre la frustración y el orgullo, al resumir la situación.
UNITEC tiene su sede en Lugo, uno de los epicentros de las últimas inundaciones en Romaña, donde el río Senio se desbordó justo encima, en la cercana Cotignola, a pocos kilómetros de la sede de la empresa, que vio así como la furia del río arrastraba una avalancha de limo y escombros por toda su sede, donde también tiene su sede el Grado en Mecatrónica de la Universidad de Bolonia.
“Desde las áreas externas hasta las instalaciones de producción, desde el comedor de la empresa hasta la zona de máquinas de corte de control numérico, desde la hospedería hasta las aulas de la universidad: todo estaba invadido por el limo y los escombros. Hicieron falta tres días a pleno rendimiento, incluso recurriendo a empresas especializadas, para volver a poner en marcha la producción. Tuvimos que trasladar servidores, máquinas y servicios porque algunas zonas, en las que el agua superó el metro de altura, siguen sin poder utilizarse. Todavía llevará tiempo arreglarlo todo pero, ya ahora, podemos trabajar para cumplir el calendario de producción actual”, continúa Benedetti.
“Ya es un gran resultado, dadas las premisas, pero no podemos seguir en esta situación, a merced de lluvias que no sabemos cuándo llegarán y ríos que no sabemos dónde se desbordarán. Se
necesitan de inmediato intervenciones estructurales, como depósitos de retención, para gobernar el agua que sobrepase el caudal de los álveos. Incluso esta vez en UNITEC hemos conseguido evitar
lo peor, pero ¿qué ocurrirá después? Esto no puede continuar”. – prosigue el empresario.
“Conseguimos volver a arrancar en un tiempo récord, pero esto sólo fue posible gracias al compromiso, la disponibilidad y el apego a UNITEC por parte de nuestros empleados, a quienes desde el corazón de UNITEC va un gran y afectuoso ¡GRACIAS! Son ellos quienes nos transmiten la fuerza que nos permite superar momentos tan difíciles pero, repito”, concluye Benedetti, “no podemos seguir así”.