¿Cuál era el reto de este proyecto para Novamont Iberia?
Se trataba de producir, junto a nuestros colaboradores SICOR y ARaymond, un producto resistente con propiedades adecuadas para la sustitución del polipropileno en la fabricación de rafia y clips para entutorados de cultivo de invernadero, a la vez que siendo este producto compostable al final de su vida útil.
¿Qué ventajas aporta un material biodegradable y compostable?
Nuestra familia de biopolímeros Mater-Bi es el resultado de más de 30 años de investigación e innovación, de constante evolución, apostando por la sostenibilidad y la circularidad, y por un uso más eficiente de los recursos renovables, Los productos compostables Mater-Bi tienen un contenido de base biológica superior al 50% y cuentan con la certificación ISO 14067:2018 (huella de carbono). La principal ventaja de que las rafias y los clips sean biodegradables y compostables es que pueden ser mezclados junto a los restos de cultivo para ser procesados en la planta de compostaje, sin temor a la presencia de microplásticos en el compost ni en los suelos agrícolas.
¿Qué soluciones se encontraron para la fabricación de estos productos?
Gracias a la colaboración con SICOR y ARaymond pudimos producir un producto testado de alta calidad que ofrecía los mismos requisitos de rendimiento, flexibilidad y facilidad de uso que los de PP. Además, las rafias y clips con Mater-Bi se pueden producir en los mismos equipos de transformación del plástico convencional, por lo que no ha sido necesaria la adquisición de nueva maquinaria.
¿Cuál fue el procedimiento?
Se suministraron 1.300.000 metros lineales de rafia producidos por SICOR y 180.000 unidades de clips (26 mm de diámetro) producidos por ARaymond, ambos realizados con nuestro biopolímero Mater-Bi. Se usaron en los principales ciclos de primavera-verano y otoño-invierno en cultivos de tomate, pimiento, melón y pepino en invernadero. Unos frutos que requieren de una gran resistencia y durabilidad, teniendo en cuenta las condiciones climáticas que se producen en el interior, en temperatura, humedad y radiación UV.
«En Novamont apostamos por la sostenibilidad y la circularidad,
y por un uso más eficiente de los recursos renovables»
¿Qué tipo de cargas soportaron las rafias y clips biodegradables y compostables?
En los cultivos de tomate y pepino, durante el ciclo primavera-verano, es decir, entre abril y julio, llegaron a soportar cargas de 15 a 20 kg, con temperaturas de hasta 40 ºC y una humedad relativa del 90%. Estos datos demuestran que superamos las expectativas, corroborando la calidad, resistencia, durabilidad y un excelente rendimiento del producto. Podemos afirmar que, no solo iguala a los producidos con PP, sino que demuestra mejoras en su utilización: los clips se ajustaron perfectamente a los movimientos de la rafia gracias al sistema de sujeción. Además, demostraron ser muy fáciles de usar incluso con guantes, lo que hacía más cómoda la tarea del entutorado, según contaron los responsables de Bayer CropScience.
Al final del ciclo de cultivo, ¿dónde se llevaron los restos y cómo se gestionaron?
Los restos agrícolas mezclados con las rafias y clips compostables se trasladaron a las instalaciones de Servicios Ambientales Las Chozas (SACh) para la gestión y tratamiento de residuos. Al cabo de 4 meses de proceso de compostaje, estaban completamente biodegradados sin presencia de microplásticos en el compost. Un hecho que permite la reducción de gastos para el agricultor, ya que no es necesario separar la rafia y los clips de los restos vegetales al final del cultivo ni sufragar los costes de gestión de los residuos plásticos. Además, se obtiene un compost de alta calidad sin contaminantes.