Campaña tras campaña, los productores de tomate lamentan la pérdida de rentabilidad de su cultivo, debido sobre todo al aumento de los costes de producción y unos precios que, en la mayoría de las ocasiones, no compensan esos gastos. En la revista MERCADOS hemos querido saber cuánto cuesta producir tomate y si, realmente, al final del ejercicio, el agricultor se encuentra con su cuenta en números rojos.
Según la ficha de costes del tomate que, anualmente, elabora la Junta de Andalucía, en la campaña 2018/2019, cultivar un metro cuadrado de este producto injertado –es la forma más habitual- costaba al agricultor 5,372 euros por metro cuadrado, incluyendo el coste de la mano de obra familiar (0,896 euros por metro cuadrado). Y es que ahí está, en ocasiones, el ‘truco’; en Almería, la mayor parte de las explotaciones son familiares y, por tanto, son los integrantes de cada unidad familiar quienes suelen trabajar en la finca, de modo que su esfuerzo a veces no se contabiliza como un gasto que deba asumir el empresario agrícola, aunque lo es.
En la campaña pasada, y según los datos de la Administración andaluza, el precio medio del tomate, sin tener en cuenta los cherries –cuyos costes de producción también son más elevados-, fue de 0,61 euros/kg y los rendimientos medios de 9,2 kg/m2, de modo que, de media, cada agricultor ingresó 5,612 euros por metro cuadrado. O lo que es lo mismo, si restamos los gastos de ese mismo metro, los beneficios para el agricultor ascendieron a 0,24 euros por metro cuadrado cultivado (2.400 euros por hectárea).
Mayores gastos y menos rendimiento
La campaña pasada, los costes de producción del tomate aumentaron un 2,6% con respecto a la media de las cuatro anteriores; sin embargo, el rendimiento medio por hectárea cayó un 7,1%.
Según los datos de la Junta de Andalucía, en Almería se cultivaron 9.535 hectáreas, un 8% menos que un año antes, y la producción ascendió a 887.154 Tn, un 11% menos.
El tomate pera se mantiene como el más cultivado, con un 26% del volumen total de producción, si bien no es, ni mucho menos, el que más valor aporta a la balanza agrícola almeriense, representando apenas un 19% en el ejercicio 2018/2019.
Le sigue el tomate cherry, que supone ya el 21% del volumen total comercializado y aporta un 33% del valor económico de este producto. Y eso que, el año pasado, su precio medio cayó un 7,4%, pasando de 1,21 euros/kg en la campaña 2017/2018 a 1,12 euros/kg la pasada, siguiendo así con la tendencia iniciada en el ejercicio 2016/2017.
Completa el pódium el tomate rama, con un 18% del volumen y el 16% de la facturación. 1