Pese a que la pandemia disparó el consumo de alimentos en los hogares durante los meses de confinamiento, hay ciertos productos que iban destinados a la hostelería y restauración que no han tenido la misma salida durante esos meses y cuyo futuro está también por ver, ante la difícil situación de crisis sanitaria en la que aún nos encontramos. “Si no se reactiva el canal Horeca, en el sector de la cebolla lo vamos a tener difícil”, declara el gerente de Procecam, Luis Fernando Rubio (asociación de Productores de Cebolla de Castilla- La Mancha, la principal región productora de España).
Justo en estos momentos se está iniciando la recolección de cebolla de conservación en España, caracterizada por tener unos calibres grandes que demanda la restauración. Es la más tardía de la campaña española (recolección desde mediados de agosto hasta finales de octubre, aunque se comercializa hasta abril), tras la cebolla de invierno que comenzó en mayo hasta mediados de junio y la de media conservación que se extiende hasta mediados de agosto.
En cuanto al desarrollo del cultivo, la primera y segunda parte de la campaña se obtuvieron muy buenos rendimientos por hectárea con calibres medios-altos y muy buena calidad. Por su parte, la cebolla que se está recolectando ahora, ha padecido las olas de calor provocando que los calibres sean más bien medios, lo que beneficia la comercialización porque es la más demandada en los hogares, pero perjudica los rendimientos. La mayor presencia de calibre medio representa una disminución en la producción, porque los rendimientos son más bajos por hectárea (- 12-15%), que si lo unimos a la disminución de superficie de esta campaña (- 8%), la disponibilidad de cebolla española en los mercados será considerablemente menor que en otras campañas.
“Ya veníamos de una campaña anterior de bajos precios y con la crisis del COVID-19 y con el cierre y deterioro del canal Horeca, que representa un 30-35% del volumen comercializado, esta tampoco está siendo inicialmente una buena campaña de cebolla”, manifiesta el representante de Procecam.
Y es que la cebolla de calibres grandes era la más rentable, sin embargo, en este ejercicio su precio no ha superado por el momento sus costes de producción (que oscilan entre 0,09 y 0,12€/kg). Así, mientras otros años los precios de venta alcanzaban los 0,15- 0,18 €/kg, en esta campaña no han superado los 0,07-0,10 €/kg en origen. Por su parte, el calibre medio ha tenido un mejor comportamiento con unos 0,15 €/kg en origen, que en parte compensan la bajada de rendimiento por hectárea, pero su aumento de oferta puede presionar los precios a la baja. “Todo dependerá de cómo evolucione la pandemia de aquí en adelante y la respuesta del mercado y sus canales de comercialización”, concluye Luis Fernando.