La inestabilidad climática que ha caracterizado la primera mitad de 2022 ha provocado que las indemnizaciones a productores de cereza alcancen los ya 10,7 millones de euros.
La helada es el riesgo que más daños ha provocado en esta ocasión, con 7,78 millones de euros en indemnizaciones. En particular, y como ha ocurrido con otros muchos cultivos, la cereza tampoco pudo escapar a los efectos de las temperaturas extremadamente bajas sufridas durante los primeros días del mes de abril, que produjeron una merma de la cosecha en el periodo de floración e inicio del crecimiento de los frutos. También la reiteración de tormentas acompañadas por pedrisco está incidiendo en el cultivo de cereza, con indemnizaciones que ascienden a 1,53 millones de euros.
Por zonas, Aragón es la región más afectada, con 4,33 millones de euros, de los que 3,8 millones se corresponden con las heladas. Los productores de la provincia de Zaragoza acumulan los mayores daños, en concreto 3,57 millones de euros. Además, falta por valorar los daños producidos por incendio en plantaciones de cerezo de Calatayud.
A la Comunidad Valenciana le corresponden cerca de 3 millones de euros, también con la helada como el riesgo que ha causado los mayores daños, en concreto, 2,28 millones de euros. Los siniestros se aglutinan casi en su totalidad en la provincia de Alicante.
Por su parte, en Cáceres, las indemnizaciones alcanzan los 1,34 millones de euros, que se reparten entre daños por pedrisco, helada y mal cuajado.
Estos fenómenos meteorológicos también han causado daños en otras zonas que cuentan con producción de cereza, como en las provincias de Lleida, Albacete o Murcia, entre otras.
Siniestralidad elevada en los últimos tres años
La producción de cereza acumula ya tres años consecutivos de elevada siniestralidad. En 2020 se abonaron 16,4 millones, con especial protagonismo de los daños por lluvia, al igual que en 2021, cuando, junto con la helada y el pedrisco, las indemnizaciones alcanzaron 9,6 millones