Esta cadena nació como frutería en los mercados municipales hace más de 50 años y transformó su modelo de negocio hasta contar, hoy por hoy, con 40 establecimientos especializados en la venta de producto fresco. “Supimos adaptarnos a aquellos tiempos en los que los supermercados tomaron el mercado frente a las fruterías tradicionales”, nos explica Joan Fruitós cuando visitamos sus instalaciones en Mercabarna.
Su oferta se centra en un 70% en el producto fresco y un 30% el seco, “de forma que el consumidor pueda obtener una compra completa, equilibrada y saludable”, detalla Diana Vera, responsable de Marketing de Cal Fruitós. Para ello, cuentan con un equipo especializado que estudia las tendencias del mercado y una nutricionista que valora el carácter saludable del producto para incluirlo o no en la gama. En esta línea, desde hace unos años están desarrollando también el producto bio. En definitiva, “nuestro objetivo es hacer llegar y democratizar una alimentación sana a precios competitivos para todos los bolsillos”, detalla Diana Vera.
Siguiendo esta línea de trabajo, se han hecho fuertes en la venta online a través de su web, que han potenciado para facilitar el acceso a su gama de productos.
Y para llevar un control exhaustivo de la calidad del producto fresco en sus tiendas, están implantados sólo en Cataluña, en un radio localizado de kilómetros. “Podríamos seguir creciendo en número de tiendas porque nuestro modelo de negocio funciona con éxito, sin embargo, existe una falta de personal que nos frena”, detalla el gerente de la firma, preocupado por el devenir del sector ante esta realidad.
