El frío está marcando un inicio de campaña de berries complicado con un 50% menos de oferta en el primer trimestre, siendo el arándano el cultivo menos afectado.
¿Qué efectos está suponiendo en la campaña una meteorología tan adversa?
La inusual sucesión de periodos de frío tan largos entre los meses de enero y febrero han generado una reducción muy importante en la producción de fresas y también de frambuesas.
Hemos estado aproximadamente al 50% de la producción normal que deberíamos llevar en el primer trimestre de la campaña (diciembre 2022-febrero 2023). Por ello, va ser muy difícil registrar los mismos datos de producción que en la anterior campaña.
¿Qué consecuencias está teniendo esta situación en los mercados?
Esta situación meteorológica tan adversa ha provocado un parón en la campaña y muchas dificultades para atender los pedidos de los mercados. La disponibilidad de fruta ha sido limitada. Esperamos que marzo permita iniciar cuanto antes una recuperación efectiva de la producción, porque de la inquietud se ha pasado a la preocupación.
En cuanto a las cotizaciones, la subida de precios en origen para los agricultores del sector de los frutos rojos ha sido muy limitada y escasa. Y en absoluto permite amortiguar el coste vinculado a la producción y comercialización, ni de tener contratadas a las personas que pensábamos necesitar para afrontar estos primeros meses de campaña. La subida de precios, donde únicamente se aprecia, es en el punto de venta.
¿Cómo marcha la campaña del arándano, el otro cultivo destacado en la actividad de Fruta de Andalucía?
La incidencia del frío sobre el arándano es algo menor, pero también se ha visto afectado, ya que se ha apostado por la plantación de variedades tempranas para tener más meses de producción, que tampoco han aportado el rendimiento y la producción esperada. Habrá que ver la evolución de las temperaturas en marzo, que marca el inicio del periodo más importante de producción.
¿Y cómo percibe la situación de arándanos a nivel internacional, con esta fiebre por la producción?
La superficie dedicada al cultivo del arándano en Fruta de Andalucía ha ido aumentando en estos últimos años, a pesar de las muchas incertidumbres que se vienen generando alrededor de este cultivo. La competencia de terceros países y una sobreoferta en los mercados por el aumento de la producción de esta fruta en muchos países está generando preocupación. Luchar contra las ventajas de estos con peores condiciones laborales y de salarios, que además no tienen que cumplir las exigencias de la Unión Europea en materia medioambiental y de producción, no está en nuestra mano. Por ello, nuestro camino es la diferenciación. Debemos seguir apostando por la máxima calidad y los atributos de nuestros arándanos: tamaño, sabor, textura y las certificaciones internacionales que más confianza generan en los mercados internacionales.
¿Cuáles cree que son los retos más inmediatos de Fruta de Andalucía?
Tras la consolidación del proyecto desde nuestro nacimiento en 2014, el reto más importante ahora es seguir creciendo. Hemos aumentando nuestra dimensión, el número de empresas integradas en nuestra cooperativa, la producción, la facturación y la incorporación de nuevos cultivos. El reto sigue siendo anticipar la producción con variedades tempranas que nos permitan llegar a los mercados lo antes posible y aumentar los meses en los que podemos producir fresas, por ejemplo. En este sentido la apuesta por el cultivo hidropónico es una realidad en Fruta de Andalucía. El otro gran reto es abrir nuevos mercados y penetrar en los grandes espacios de consumo y países emergentes.