La histórica granizada que ayer vivió la ciudad de Valencia, con piedras de hielo del tamaño de nueces, no se limitó al ‘cap i casal’ sino que castigó con especial virulencia a una amplia superficie de cultivos en numerosas áreas de las provincias de Valencia y Castellón. Según una primera estimación de urgencia avanzada por la Asociación Valenciana de Agricultores (AVA-ASAJA), la tormenta de pedrisco afectó a más de 20.000 hectáreas de tierras agrarias, causando daños variables que en algunos campos alcanzó el 100% de la producción. Las comarcas más castigadas por el temporal fueron La Costera, L’Horta y el Alto Palancia, mientras que entre los cultivos que más pérdidas sufrieron destacaron los cítricos, caquis, almendras y olivos.
En La Costera, los términos de Montesa y Vallada agruparon centenares de explotaciones con graves daños. Hay frutos de naranjas, mandarinas y caquis que recibieron sobre su piel hasta seis o siete golpes de piedra. En los casos más graves la pérdida representa la totalidad de la próxima cosecha e, incluso, hay defoliación y daños en la madera, lo que podría debilitar al arbolado y mermar la productividad del próximo año. En zonas cercanas como Aielo de Malferit, en la Vall d’Albaida, también constan perjuicios en cultivos.
La piedra sorprendió a los ciudadanos de Valencia y de varios términos de L’Horta, como Paterna, Manises, Burjassot, Quart de Poblet, Riba-roja del Túria o Loriguilla, con un granizo de un tamaño considerable pero no muy denso y acompañado de agua, lo que evitó que los daños pudiesen llegar a ser catastróficos en las cosechas de cítricos, caquis y hortalizas. A medida que pasen los próximos días, las pérdidas se apreciarán de modo más preciso. Asimismo, en la provincia de Castellón, el pedrisco resultó más generalizado e intenso en el Alto Palancia, sobre todo en los términos de Jérica, Navajas, Segorbe, Altura y Soneja. En esta ocasión las producciones más afectadas fueron el almendro, el olivar, los cítricos y el caqui.
El resto de áreas agrarias de la Comunitat Valenciana donde el granizo no acompañó a las lluvias, estas tuvieron un efecto positivo sobre la evolución de las producciones, la recarga de acuíferos y el ahorro de riegos.
AVA-ASAJA advierte de que el sector agrario valenciano lleva contabilizados al menos cinco temporales de pedrisco desde el pasado mes de mayo y que las previsiones meteorológicas no descartan más tormentas en las siguientes fechas. En este sentido, la organización agraria recuerda la importancia de contratar el seguro agrario como la única garantía de renta que dispone el agricultor ante adversidades climáticas, siendo el pedrisco el riesgo que mejores coberturas tiene.
Con todo, y teniendo en cuenta que la gravedad de la granizada ha dado por terminada la campaña para muchos agricultores, AVA-ASAJA solicita a las administraciones la puesta en marcha de medidas de apoyo ágiles, contundentes y consensuadas con el sector.