El auge del cultivo de fresa vino asociado al proceso de fumigación de suelo con bromuro de metilo, tanto en viveros como en la zona de producción de fruta. Por lo tanto, actualmente el germoplasma de fresa de base es susceptible a muchas enfermedades de suelo que, con la desaparición del bromuro y la ausencia de otros químicos desinfectantes el problema se complica cada año más. “Nos vemos obligados a estar pendientes, cada año, de la autorización de los usos críticos”, explica Antonio Arjona, director de Viveros California, quien considera a su vez que será muy complicado encontrar variedades que sean tolerantes a tantas enfermedades de suelo y nematodos.
Y especialmente teniendo en cuenta que el cambio climático y la progresiva subida de temperaturas provoca la aparición de nuevos vectores en los viveros que contaminarán a las plantas con nuevos virus y microorganismos tipo BLO. Esta limitación, junto a la falta de mano de obra hace que, para Arjona, se cambie el concepto del cultivo tal y como lo conocemos hoy en día: “La alternativa es el cultivo fuera de suelo y la planta en alveolo”.
“Hay un margen de tiempo más que razonable tras el trasplante para reclamar, pero después, el vivero no debe hacerse cargo
A este problema se suma la precocidad en el cultivo de la planta que, si en los años 80 el trasplante a la zona de producción era a partir del 12 de octubre hasta finales de noviembre, ahora se hace desde el 20 de septiembre hasta el 20 de octubre. Un adelanto de casi un mes que provoca que las plantas tengan menos tiempo para desarrollarse fisiológicamente y llegar a su madurez de forma correcta.
Mortandad de plantas
La tasa de mortalidad de planta que se produce en el trasplante del vivero a la zona de producción supone otro hándicap para el sector, cada vez mayor. Desde Viveros California creen que la responsabilidad de este fenómeno debe compartirse entre viveristas y productores: “Hay un margen de tiempo más que razonable después del trasplante para reclamar los posibles problemas, pero una vez superado el plazo, el vivero no debe hacerse cargo”, manifiesta Arjona.
En resumen, los viveros en una situación cada vez más difícil de rentabilidad, que desde Viveros California superan campaña tras campaña gracias a su esfuerzo en ofrecer la máxima profesionalidad, con la continua incorporación de nuevas variedades, como es su material estrella Marisol, cuya demanda aumenta cada campaña.