Su consideración como servicio esencial es lo que ha permitido a la cadena de valor agroalimentaria actuar rápida, eficazmente y de forma segura para abastecer a la población sin limitaciones de funcionamiento.
La alimentación, en general, y la distribución alimentaria, en particular, deben ser considerados, ahora y siempre, como sectores esenciales para la sociedad española.
La consideración de la alimentación como sector esencial el pasado mes de marzo permitió a las empresas que forman parte de la cadena de valor alimentaria actuar rápida, eficazmente y de forma segura para abastecer a la población sin limitaciones a efectos de transporte, de funcionamiento de infraestructuras o de apertura de establecimientos.
Esta experiencia positiva ha puesto de manifiesto la importancia de garantizar que todos los ciudadanos, vivan donde vivan y se enfrenten a las circunstancias que se enfrenten, tengan cerca de sus casas la posibilidad de realizar una compra completa, variada, segura y a precios competitivos. El modelo de distribución de proximidad que tenemos en España ha sido un ejemplo de la capacidad de garantizar el acceso a la alimentación como un servicio básico.
“Esperamos que el riesgo sanitario que vivimos actualmente desaparezca pronto, pero sea cual sea el próximo reto al que se enfrente la sociedad española, la colaboración de las empresas con la Administración pasa por mantener la consideración de la distribución alimentaria como sector esencial. El objetivo es que la alimentación, una vez más, no sea un problema ante cualquier situación que se pueda presentar”, afirma Ignacio García Magarzo, director general de ASEDAS.