Los últimos temporales de lluvias fuertes en Andalucía y la Comunidad Valenciana han provocado daños en cítricos, invernaderos, infraestructuras y erosión del terreno, aunque los agricultores examinan las pérdidas y consideran que aún es pronto para dar una valoración exacta. Fuentes de las cooperativas y de las organizaciones agrarias Asaja, COAG y UPA han asegurado que en estos momentos continúan los peritajes y las recogidas de datos para cuantificar los daños por las inclemencias climáticas.
Por su parte, el Gobierno ha dado el primer paso para compensar los graves daños causados por la lluvia y las inundaciones, al declarar como «zonas afectadas gravemente por emergencias» las provincias de Huelva, Cádiz, Málaga, Alicante, Valencia y Castellón. Esa declaración es la fase previa para articular las ayudas económicas que se destinarán a paliar esos daños, ha explicado el portavoz del Gobierno, Íñigo Méndez de Vigo, quien ha subrayado que corresponderá a los ayuntamientos evaluar pérdidas y elevar una propuesta al Ejecutivo.
Desde la Federación de Cooperativas Agro-Alimentarias de la Comunidad Valenciana han señalado que las lluvias han tenido efectos positivos para gran parte de los cultivos y para los niveles de acuíferos, pero ha tenido consecuencias negativas en los «episodios extremos» de altas precipitaciones en zonas puntuales. Las áreas más afectadas, según las cooperativas ,han sido comarcas de La Ribera Alta, La Ribera Baja y L’Horta (Valencia), pero el mayor efecto se sintió en Castellón, y concretamente en la zona de El Maestrat.
Los productos más afectados son aquellos en plena campaña de recolección como las clemenules, clemenvillas o incluso las navelinas», aunque también se han visto afectados los caquis. AVA-Asaja alertó ya de los daños que las lluvias ocasionarán a la campaña de recogida de cítricos; esta organización agraria y La Unió cifraron en cien millones de euros las pérdidas. Las precipitaciones coinciden con una etapa en la que todavía quedaba una gran parte de la recolección y a medida que pasen los días se verían con más claridad las pérdidas en la piel de la naranjas por exceso de humedad.
En Andalucía, Asaja-Málaga está tramitando con los afectados la documentación para hacer las valoraciones de sus explotaciones afectadas y la posible solicitud de ayudas. Según fuentes de COAG-Andalucía, en Cádiz se han visto perjudicados cultivos hortícolas bajo plástico y al aire libre, en la zona de Las Jandas y La Línea de la Concepción. Además, los ganaderos han tenido dificultades para acceder a los pastos, por el impacto en las infraestructuras, lo que les supone un gasto añadido en piensos para alimentar a sus animales. Pero el daño «irrecuperable», a juicio de COAG, es la erosión de la tierra provocada por las inundaciones en Málaga y Cádiz. En ese sentido, ha subrayado que sería fundamental mejorar la gestión de las cuencas y limpiarlas de piedras o sedimentos, para prevenir el desbordamiento de los ríos.
En Málaga, COAG ha constatado daños en parcelas citrícolas o colmenas arrasadas. Por estos motivos, la organización agraria ha solicitado una «rebaja de módulos» en la declaración de la renta, exenciones del IBI y de las cuotas de autónomos para los afectados. También ha destacado la importancia de contratar seguros, si bien ha criticado las condiciones y los costes de algunas pólizas; por otro lado, COAG ha pedido que dentro del Plan de Desarrollo Rural andaluz se tengan en cuenta ayudas por «pérdida de potencial agrario».
Desde Huelva, donde hubo varios tornados, el secretario general provincial de UPA, Manuel Piedra, ha explicado que el clima ha afectado a cosechas de frambuesas, porque la de fresa no ha empezado aún, además de dañar infraestructuras y plásticos. El representante de UPA ha destacado que «por suerte, el 98 % de las explotaciones estaba asegurado», por lo que el agricultor sufrirá menos la pérdidas en las zonas onubenses afectadas, tales como Palos de la Frontera o Moguer.