Cuando se apuesta todo al valor añadido del producto
El caso de Bonnysa es un ejemplo de consolidación de la marca en la mente del consumidor, con un objetivo claro: interconectar el producto con los valores de la entidad y situarlo como una referencia premium en el lineal.
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El sabor triunfa
El origen de Bonnysa viene ligado al tomate, sin embargo, hoy es mucho más: hortalizas, IV y V Gama, tropicales y plátano. Ya en sus inicios supieron aportar valor al producto siendo de los primeros en lanzar el tomate rallado al mercado, una referencia que, hoy por hoy, se ha convertido en un clásico en la cesta de la compra y que, en su caso, goza del sello Sabor del Año por cuarto año consecutivo. Un reconocimiento que también ha obtenido en su plátano, en el primer año que presentan su línea premium de producción. En esta industria, son uno de los productores independientes más relevantes. Ambos productos son un ejemplo de que hacer calidad y trasladar su valor al consumidor, es posible. De ahí parte la idea de que no solo hay que hacer las cosas bien, sino de que también es preciso comunicarlo. Campañas como las Meninas de Bonnysa y su asociación con la imagen de los Minions en su packaging y promoción han ayudado a ello, poniendo sobre la mesa un marketing equiparable al de los alimentos procesados de gran consumo. De esta forma, han logrado trasladar la excelencia de sus productos unidos a sus valores de sostenibilidad, honestidad y compromiso. Cuando se apuesta todo al valor añadido del producto, estamos ante un caso de éxito.
«El retail sigue apostando por el plátano»
El papel del plátano
Uno de los retos del sector del plátano es reforzar su posicionamiento frente a la banana. “La banana ha ganado algo de peso, pero lo importante es que la caída del plátano no ha sido profunda”, señala Jorge Ignacio Brotóns, director comercial de Bonnysa haciendo referencia a la situación del sector, quien considera que todos los productores deben ir a una en la calidad de la producción y en la labor de defensa de la marca autóctona. A pesar de la dura competencia que supone la banana por el diferencial de precio con el producto canario, “el retail sigue apostando por el plátano”, señala Brotóns. Así, el balance de la campaña de Bonnysa es positivo, con un ejercicio estable en calidad, volumen y precio. Para lograrlo, se han visto obligados a asumir parte de los costes para no repercutir toda la subida al consumidor final.