¿Cómo elegir el mejor bioinsecticida contra lepidópteros?
Los ataques de orugas de lepidópteros provocan cuantiosas pérdidas económicas a productores de diferentes tipos de cultivos, como hortícolas o frutales. Estos insectos se alimentan de hojas, tallos, flores y frutos, provocando graves daños. Desde el servicio técnico de Syngenta, nos explican qué Bacillus thuringiensis (Bt) es más eficaz contra los lepidópteros.
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Se conocen más de 160.000 especies de mariposas y polillas del orden Lepidoptera. Tienen una elevada tasa de reproducción y la mayoría son fitófagas. Existen numerosas especies de lepidópteros de la familia Noctuidae muy polífagas que causan daños en los cultivos hortícolas. Para su control, desde el servicio técnico de Syngenta se recomienda localizarlas en sus primeros estadios, ya que viven agrupadas en zonas muy concretas y se esconden de día para alimentarse durante la noche. Entre las más comunes en los cultivos españoles podemos citar a Helicoverpa armigera, Spodoptera littoralis, Spodoptera exigua y Tuta absoluta.
Fruto del imparable avance de la microbiología en los últimos años y de una cada vez mayor concienciación acerca de la necesidad de desarrollar soluciones naturales, con el mínimo impacto sobre el medio ambiente, para luchar contra las plagas agrícolas, han visto la luz diferentes alternativas a los plaguicidas químicos tradicionales, como la obtenida a partir de la bacteria entomopatógena Bacillus thuringiensis (Bt), con un perfil medioambiental excelente que se adapta a las exigencias de seguridad alimenticia demandada por el consumidor, permitiendo una comercialización sin trabas en la exportación.
¿Qué es un Bt?
El Bacillus thuringiensis (Bt) es una bacteria aerobia esporulante, con factor Gram positivo, perteneciente a la familia de los Bacillaceae, presente de forma natural en suelo y plantas. En el momento de la esporulación, además de la espora, produce un cristal proteico bipiramidal, conteniendo delta-endotoxina, sustancia tóxica para la mayoría de lepidópteros y prays en numerosos cultivos.
Los Bts actúan por ingestión sobre las larvas de los primeros estadios de desarrollo de las plagas sensibles. Tiene un modo de acción muy específico sobre orugas de lepidópteros por la propia naturaleza de su principal ingrediente activo, la delta-endotoxina, ya que necesita unas condiciones de pH y unos receptores que se encuentran en el intestino de los organismos que lo reciben (orugas de lepidópteros) que no se dan en otros insectos, animales, ni personas.
Es, por tanto, un bioinsecticida altamente específico de lepidópteros. Existen diferentes subespecies de Bts, como kurstaki, israelensis, aizawai, entre otras, cada una específica para ciertos tipos de plagas.
Toca elegir un Bt. ¿En qué debe fijarse un productor?
Según Syngenta, son cuatro las claves que definen la eficacia de un Bacillus thuringiensis y que los productores deben tener en cuenta en la toma de decisión sobre cómo proteger su cultivo:
- Deben valorarse dos factores relacionados con la materia activa del producto: su concentración de cristal proteico (Cry Toxina), medida en g/kg, y la cantidad de esporas (g/kg).
- Su potencia insecticida (millones de UI/g).
- Es importante también tener en cuenta la cepa del formulado, ya que no todas son iguales. La eficacia del Bt es diferente en función de la cepa, siendo algunas específicas para una especie de lepidópteros y otras para un mayor número de especies.
- Es esencial la calidad de la formulación: el tamaño de partícula (a menor tamaño, mayor calidad), el tipo de formulado, la estabilidad, etc.
La propuesta de Syngenta
La opción que ofrece Syngenta destaca en cada uno de esos cuatro puntos: es una cepa exclusiva de la firma, presenta la mayor concentración de esporas + proteínas (850 g/kg), el mayor número de cristal proteico (180 g/kg) y la mayor potencia insecticida contra orugas (90 mio UI/g) (más del triple de potencia insecticida que el resto de Bts del mercado). También presenta finas partículas que actúan rápidamente y permiten una mayor cobertura de la superficie vegetal.
Se trata de Costar, un insecticida biológico constituido por toxinas y esporas de la nueva, más potente y seleccionada cepa SA-12 del Bacillus thuringiensis subespecie Kurstaki, serotipos 3a y 3b, con elevada actividad sobre más de 62 especies de orugas de lepidópteros, para su uso en cultivos hortícolas y leñosos.
La cepa SA-12 se caracteriza por sintetizar una proteína que muestra una gran toxicidad específica sobre orugas de Tuta absoluta, lo que, unido al fruto de las investigaciones realizadas en la mejora de los procesos de multiplicación bacteriana, esporulación y extracción de la delta-endotoxina incluida en los cristales proteicos y los ensayos de diferentes formulaciones, convierten a Costar en un producto sobresaliente en el control de esta plaga. Además, ha mostrado también una muy buena eficacia en el control de otras orugas, como la oruga de la col (Pieris brassicae), gusano gris (Autographa gamma), rosquilla verde (Spodoptera exigua), polilla de la col (Mamestra brassicae) y palomilla dorso de diamante (Plutella xylostella).
Costar está autorizado para su empleo en pulverización foliar en una amplia gama de cultivos hortícolas, como lechuga, brócoli, pimiento, tomate y otros (consulte las dosis a su técnico o distribuidor).
Por tanto, su alta eficacia contra lepidópteros, su triple potencia insecticida, la gran estabilidad de formulado, su rápida disolución y activación y las bajas dosis de utilización necesarias convierten a Costar en una opción ideal dentro del universo de los Bacillus thuringiensis.