Los cambios bruscos de temperaturas, pasando de jornadas cálidas a olas de frío o de sequías a lluvias torrenciales, son algunas de las causas más frecuentes de estrés abiótico que se dan en cultivos de todo el mundo y que constituyen uno de los problemas más graves para los agricultores, pudiéndose producir situaciones de disminución o pérdida total de cosechas.
Moderar la respuesta de las plantas frente a situaciones de este tipo de estrés ambiental resulta clave para que la planta se mantenga más sana y obtenga rendimientos más altos que los previstos bajo este tipo de condiciones climáticas extremas. El uso de la tecnología apropiada que combata este estrés abiótico, con la combinación conjunta de nutrientes, ayuda a mejorar el crecimiento aún con bajas temperaturas, heladas o encharcamientos.
Frente a estos problemas, Ecoculture ha desarrollado tecnologías que cumplen con estos objetivos. Por un lado, XStress, que contiene una mezcla de micronutrientes con un nuevo sistema de formulación, que penetra en las estomas de las hojas con facilidad y sin esfuerzo, refuerza las paredes celulares y fortalece los procesos naturales generados para neutralizar las toxinas oxidativas, mejorando el crecimiento del cultivo en esas situaciones adversas y el periodo de vida útil del fruto. Se trata, además, de un producto apto para la agricultura ecológica.
XStress aumenta la producción de antioxidantes en detrimento de la producción de etileno, mejorando la respuesta de la planta a situaciones de estrés ambiental. Esta tecnología puede aplicarse tanto foliarmente como en fertirrigación.
En el primero de los casos, con una dosis de 1-2 litros por hectárea para un volumen de 1.000 litros y en el segundo, con 2-3 litros por hectárea cada quince o veinte días o bien fraccionando esta dosis en dos o tres aplicaciones con intervalos menores.
Por otro, CalFlux, otra herramienta altamente eficiente en situaciones en las que las condiciones ambientales son adversas. Esta tecnología proporciona una mejor estructura a la pared celular, además de mejorar el tamaño, la calidad, la homogeneidad y el color del fruto, mejorando el crecimiento también en procesos de estrés abiótico y aumentando la resistencia de los tejidos frente a distintas patologías, evitando trastornos fisiológicos.
Su aplicación se realiza en pulverización foliar, con gotas finas para garantizar la cobertura de brotes, flores y frutos. La dosis de aplicación es de 1 o 2 litros por hectárea en un volumen mínimo de 200 litros de agua.