La temporada de recogida del espárrago verde en la zona de la Campiña de Guadalajara ha arrancado estos días. Con el asentamiento del sol y la temperatura primaveral, su inicio ‘regular’ se alargará, si el tiempo lo permite, hasta mediados de junio.
La campiña guadalajareña, con sus ricas terrazas fluviales, ha constituido tradicionalmente una de las potencias del país en la producción de esta hortaliza, que luego viaja “al corazón de Europa” desde las localidades de Torre del Burgo, Heras o Yunquera de Henares.
En esas tierras operan potentes empresas agrícolas, principalmente tres de gran tamaño. Recogen, cada una, entre 500 y 700 toneladas por campaña y exportan por distintos países de Europa, especialmente Francia y Alemania. Se estima que, aproximadamente, el 70% de su producción la exportan fuera de España y, junto a ellas, operan otras muchas pequeñas empresas agrícolas. En ocasiones con una larga tradición familiar.
Las hectáreas dedicadas al cultivo del espárrago verde son ya más de 1.000 en la provincia de Guadalajara, según ha confirmado a Efe la Asociación Provincial de Agricultores y Ganaderos de Guadalajara (APAG). Quien subraya que esta cifra dobla a las que existían hace sólo 5 años.
La producción anual en la campiña es difícil de calcular, ya que el tiempo condiciona absolutamente la cosecha. La productividad en años anteriores se ha situado en torno a los 5.000–6.000 kilos por hectárea y por temporada, según la APAG.
Sólo en la zona de Torre del Burgo y de su entorno trabajan más de 700 temporeros durante los meses de recogida del espárrago. En su mayoría inmigrantes que establecen acuerdos con los propietarios para residir en viviendas de la zona durante los 3 o 4 meses de campaña. Según ha indicado el director provincial de Agricultura, Santos López.
Los dos factores que reúne esta comarca para convertirse en potencia del espárrago verde don dos: la tierra y el clima.
“El terreno es muy fértil para el cultivo del espárrago verde”, ha asegurado Julián Guijosa, agricultor de Yunquera de Henares. Quien, bajo la marca de Productos Frescos Guijosa Notario, ha seguido la tradición familiar de varias generaciones en el cultivo de esta planta.
Las bajas temperaturas constituyen “un enemigo” para los espárragos. Ya que provocan que, una vez emergentes sobre la tierra, se hielen y no sean aptos para el consumo. Y lo mismo ocurre con la llegada del calor estival. Dado que las altas temperaturas echan a perder la planta hasta la temporada siguiente.
La temperatura ideal para su recolección se sitúa “entre los 20º y los 30º, aproximadamente”. Esto convierte a la primavera, sobre todo abril y mayo, en el periodo más propicio, según Guijosa.
El agricultor ha puntualizado que, “aunque empezamos la temporada con algunas heladas que detuvieron la cosecha, la previsión es buena para este año”. Pero “todo dependerá, claro, del tiempo”.
Por su parte, el director provincial Agricultura ha asegurado que algunas de las grandes empresas productoras de Guadalajara han empezado a experimentar en otras zonas de la provincia. Como pueden ser las tierras en torno a los municipios de Yebra y Almoguera, o de Miralrío y Jadraque.
Y ha argumentado que el objetivo es intentar alargar la temporada del espárrago verde. Incluso testando diferentes variedades. Y buscar nuevas tierras cultivables ante el agotamiento de las de regadío en la Campiña.
También ha resaltado que el espárrago de Guadalajara se ha introducido desde hace años “en Europa con una muy buena aceptación”. Así justifica la necesidad de buscar “otros nichos de mercado”. Para ello, el Gobierno de Castilla-La Mancha ha instado a los grandes productores de espárrago a constituirse en una agrupación con una marca de calidad.
Precisamente, en esta idea abundó hace unas semanas el director general de Industrias Agroalimentarias y Cooperativas de Castilla-La Mancha, Gregorio Jaime Rodríguez, durante su visita a varias de estas empresas en la localidad de Torre del Burgo.
Recientemente, las tres empresas más grandes en producción del espárrago de Guadalajara han recibido una subvención del Ejecutivo regional por valor de 119.000 euros a través de las ayudas para el Fomento de la Calidad Agroalimentaria. Destinados, especialmente, a la modernización de la tecnología que opera en este cultivo.
Fuente: Efeagro