“¿Quién se está beneficiando de la crisis sanitaria?”. Es lo que se pregunta la eurodiputada socialista y miembro de la Comisión de Agricultura, Clara Aguilera, en una entrevista concedida a la revista MERCADOS. Y para ella, la respuesta es clara: “El agricultor no”.
Aguilera critica duramente el papel de la gran distribución en esta crisis sanitaria, a la que acusa de una subida “exponencial” de la cesta de la compra, que cifra entre un 15-20%. “Me parece absolutamente reproblable que la gran distribución esté aprovechándose de la situación”, lamenta e insiste en que “está sacando tajada”. En lo que respecta al agricultor, para Aguilera es el eslabón de la cadena agroalimentaria que “sigue cobrando lo que cobraba” antes de la crisis.
Hasta el momento, la Unión Europea (UE) ha puesto en marcha una serie de medidas de carácter administrativo para respaldar al sector, como el incremento del anticipo de la PAC o la ampliación de plazos para distintas gestiones. Junto a ello, y previsiblemente en el pleno de la Eurocámara del próximo mes de junio, se debatirá una nueva batería de medidas que, de momento, no convencen a la europarlamentaria socialista: “La idea es destinar ayudas de otras medidas o programas a actuaciones para mitigar los efectos del COVID-19”, explica y añade: “No hay ayudas específicas con fondos específicos sobre la mesa”. Aun así, espera que, antes de que se aprueben estas nuevas medidas, “podamos cambiar las cosas”.
Clara Aguilera insiste en que los sectores agroalimentarios más afectados por la crisis sanitaria son aquellos más vinculados al canal Horeca; el resto, no sin problemas iniciales, ha seguido funcionando con relativa normalidad.
Si algo va a poner sobre la mesa esta crisis es la importancia de consumir productos de temporada y, frente a quienes hablan de consumo local, Aguilera afirma que es posible combinar ambas opciones. En este sentido, explica que, actualmente, “queremos consumir determinados productos durante todo el año, y eso lo han permitido los invernaderos”. Ahora bien, “si hay canales cortos, que se aprovechen, al igual que el consumo de productos de temporada”.
Reconoce, asimismo, que la crisis del COVID-19 ha provocado que los ciudadanos, en general, valoren la importancia de contar con una agricultura propia en Europa, que limita la dependencia de países terceros. Y lamenta que, en la etapa post-COVID, la crisis sanitaria dará lugar a otras de índole social y económica que harán que los consumidores miren, y mucho, el precio de los alimentos.
Estrategia ‘De la granja a la mesa’
Fue presentada la semana pasada e, incluso antes de que esto sucediera, desde el sector ya se temían lo peor como, por ejemplo, mayores restricciones al uso de fitosanitarios en las producciones agrícolas. Para la eurodiputada socialista, el problema no es que se limite aún más el número de materias activas, sino que “no hay alternativas”. En cualquier caso, apela a la prudencia: “Esto no es una ley, es un documento estratégico que podremos reformar y sobre el que podremos hacer nuevas aportaciones”.