El ajo pelado en cámara procedente de China está actualmente cotizando entre 1,10 – 1,40 €/kg según señala ANPCA (Asociación Nacional productores y Comercializadores de Ajo). Un precio que evidentemente perjudica a los exportadores de ajo internacionales ante la gran oferta de producto de este país (representa el 83% de la producción mundial de ajo). China al fin ha sacado su stock de ajo en cámaras de la campaña de 2019 al mercado internacional. Durante este tiempo de crisis sanitaria, los productores del resto del mundo se han favorecido en las cotizaciones de la ausencia del producto de origen chino, al no haber tanta oferta y sí una alta demanda.
De hecho, se ha llegado a alcanzar durante el mes de abril en España un precio de 2,9 €/kg el ajo de cámara pelado y envasado, pero con la presión de China, actualmente el precio ha caído hasta alrededor de los 2.5 €/kg. A pesar de que ha comenzado la campaña de recolección en Andalucía, aún no se ha comenzado a exportar el ajo de la nueva cosecha, y veremos cómo afecta esta situación en un futuro. De momento, el precio en campo no es negativo. El spring blanco en origen se encuentra sobre los 0.90-1.10 €/kg dependiendo del calibre, según ANPCA, y el año pasado por estas mismas fechas estaban entre 0,70 y 0,95€/kg.
“Da cierta inseguridad que China venda su stock a bajos precios, pero tenemos la esperanza de que los mercados valoren la calidad y seguridad alimentaria del ajo español y apostamos por conquistar y mantener los mercados de valor añadido, es lo que nos interesa”, comentan desde ANPCA.
Las previsiones de superficie y producción en España son similares al año anterior con 27.750 ha y unos volúmenes previstos de 275.000 tn.
A nivel de cultivo, Andalucía ya comenzó la campaña hace dos semanas con un rendimiento y calidad buenas, aunque quizás algo corto de calibre. En Castilla La Mancha, por su parte, la inician esta semana, también con una producción similar a la campaña pasada, pero con calibres más altos.
En cuanto al decreto aprobado el pasado domingo que facilita la entrada de jornaleros extranjeros para trabajar en el campo, muy demandado por el sector desde que se inició la crisis sanitaria, “lo califican como una buena medida, pero tardía”.
Para la campaña de ajo son necesarios anualmente unos 12.500 trabajadores, de los que el 60% son extranjeros. Desde principios de mayo ya era necesario contar con esta mano de obra para la recolección en la zona más temprana para las labores previas al corte del ajo, que finalmente se ha conseguido cubrir. Ahora, con el inicio de la recolección en la principal zona de producción, Castilla-La Mancha, con más de 19.000 hectáreas, la demanda de trabajadores se disparará y en este sentido, la medida de facilitar la entrada de trabajadores aliviará en gran parte al sector.