CASI: “El mercado tiene especialidades de sabor, pero no el 100% dan la talla”
La innovación en variedades es un motor principal de desarrollo en el sector del tomate, como señalan desde la mayor cooperativa de esta hortaliza, CASI.
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Diversificación
El tomate es uno de los productos hortofrutícolas con mayor consumo y su enorme diversificación en variedades da respuesta a cada una de las necesidades, permitiéndole crecer aún más y, por tanto, representando una de las categorías más importantes en frutas y hortalizas.
En este desarrollo, la cooperativa CASI realiza anualmente un estudio de mercado de la demanda de sus clientes y, tras analizar en finca y postcosecha las diferentes semillas existentes, selecciona las variedades que más se ajusten y tengan buena respuesta en el campo para sus socios. “Las últimas apuestas han sido el corazón invertido y el tomate pera San Marzano”, señalan desde la entidad.
“Nos planificamos en función de los programas y demandas de nuestros clientes para no saturar ninguna especialidad ni variedad, garantizando un reparto lo más adecuado posible y que nos permita defender los precios a nuestros socios de una forma digna”, añaden.
Distribución
A la hora de innovar en el lineal, “los supermercados son receptivos, aunque están limitados en espacio como para introducir todo lo que les gustaría y cada uno tiene unas referencias que mejor funcionan frente a otras”, explican desde CASI.
En esta línea, el consumidor está abierto a probar nuevas especialidades, pero el sabor sigue siendo una demanda general. “Tenemos especialidades de sabor, pero no el 100% de las que tiene el mercado dan la talla”, manifiestan al respecto.
Todavía es pronto para conocer el impacto de la actual situación económica. De momento, existe un gran consumo en Horeca, ya que la gente después del COVID quiere salir, viajar, etc., aunque probablemente después del verano todo pueda cambiar.