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“Brasil aún no ha comprado ajo andaluz esta campaña”

El ajo andaluz es el primero en llegar a los mercados europeos y países terceros. Aunque la campaña se ha iniciado con retraso, las expectativas son buenas, pero Brasil, uno de los principales destinos de ajo después de la Unión Europea, ha reducido su demanda. El país brasileño es de los mercados más importante para el ajo temprano ya que puede llegar a demandar hasta un 16% del producto. Este año, debido a que aún cuentan con existencias de Argentina y China ya ha iniciado sus envíos, han retrasado sus pedidos hasta el mes de julio.

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El pasado 15 de mayo dio comienzo la temporada oficial de recolección del ajo temprano de Andalucía, que este año ha venido con retraso. El ajo andaluz es el primero en llegar a los mercados europeos e internacionales cada campaña y lo hace, primero, vigilando constantemente a China (que al ser el primer productor mundial es quien marca los precios) y luego, a Brasil (que cubre su demanda nacional con ajo andaluz). Según cifras del Observatorio de Precios de la Junta de Andalucía, el número de hectáreas ha aumentado un 8% este año, llegando a las 5.183 ha. Y se espera un aumento en el rendimiento medio de la superficie cultivada de un 5%.  

Conocido el contexto y los datos, analizamos junto al presidente de APROCOA y responsable de la sectorial de ajo de ASAJA Nacional y Asaja Córdoba, Miguel del Pino, cómo se está desarrollando la campaña, los problemas de demanda en Brasil, la calidad del producto, etc.

Aumento de la producción 

Aunque desde APROCOA confirman el aumento de la producción previsto por la Administración andaluza de un 14% llegando a las 68.333 toneladas, explican que esto será así porque, durante el periodo de secado (al aire libre, entre 5 y 7 días), no hubo lluvias y se ha conseguido destinar casi el 100% al comercio. 

Por lo que, “el año pasado, las lluvias nos obligaron a dedicar muchas toneladas de ajo a destrío, ya que se quedó negro”, explica Del Pino. En esta campaña, sin embargo, todo apunta a que se podrán alcanzar entre “30 y 40 millones de kg”, destinados en su totalidad al comercio y, en concreto, a la exportación, que absorbe el 90% de la cosecha de ajo andaluz.

Brasil, un destino importante que aparece y desaparece

Según la Junta de Andalucía, las exportaciones de ajo alcanzarán los 133,5 millones de euros en valor económico. Aunque el principal destino es la Unión Europea, con Alemania a la cabeza con un 19%, es importante poner el foco fuera del continente europeo y, en concreto, en Brasil. 

Este país supone el 16% de las exportaciones de ajo andaluz, es un mercado fluctuante y, debido a diversos factores, unos años es más y otros menos representativo, pero siempre es necesario estar pendientes de su comportamiento, por su alta demanda de ajo temprano. “Cuando Córdoba inicia la campaña en mayo/junio, aún falta un mes para que China entre en el mercado y Brasil sigue sin tener producción propia”; de ahí que este país compre el ajo temprano cordobés a muy buenos precios y sin competencia. Las cantidades que demandan oscilan entre los 5 y los 10 millones de kg.

Este año, sin embargo, el inicio de la campaña de exportación a Brasil se está retrasando. “De momento, no han comprado nada, debido a que aún tienen existencias de Argentina y China ya han iniciado sus envíos de producto”, explica Antonio Salce, gerente de Montealvo, una productora que tiene a Brasil entre los principales destinos de exportación de su ajo. “Allí enviamos entre un 10% y un 20%”, confirma e informa de que el éxito de los tratos comerciales con Brasil depende de varios factores, entre ellos el precio”. Debido a la amplia oferta y la rentabilidad que les ofrece China y aunque cuenta con un arancel de 5 dólares por caja de ajo, si el gigante asiático comienza en tiempo sus envíos a bajos precios, Brasil “compra lo imprescindible en España y se espera a la llegada del ajo chino”. 

En resumen, este año, la demanda brasileña se retrasará y, con suerte, los primeros envíos a este país se realizarán “a principios de julio”, según confirman desde Montealvo. Además, los compradores no han podido desplazarse debido al miedo al COVID-19 y esto también ha afectado, ya que “les gusta ver el producto antes”, explica del Pino. 

Calidad inmejorable

En cuanto a la calidad, todo el sector coincide en que “es muy buena, tiene muchas pieles y está blanco”, que son los principales atractivos para clientes y consumidores. Los precios, aunque varían, se están manteniendo entre los 2€ y los 2,50 € por kilo y se espera, incluso, que aumenten. 

El reparto varietal es de un 80% spring (con un 20% de morado) y el 20% restante es ajo rojo. Se ha desechado desde hace un tiempo el cultivo de ajo blanco, ya que no se ha sabido resolver “la enfermedad del diente sedoso” y los productores no se arriesgan.

En definitiva, todo apunta a que la de 2021 será una buena campaña de ajo en cuanto a calidad y la demanda tanto europea como de destinos extracomunitarios como Brasil (aunque desde julio), Japón, EE. UU. o Sudáfrica será positiva. “No sabemos si superaremos la campaña anterior, que fue muy buena debido al cierre de China, pero las expectativas son muy positivas”, concluyen desde APROCOA. 

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