La producción de zanahoria en Andalucía creció un 5% en la última campaña, la 2018-2019, según los últimos datos del Observatorio de Precios de Andalucía de la Consejería de Agricultura, Ganadería, Pesca y Desarrollo Sostenible de la Junta andaluza.
De esta forma, la comunidad produjo un total de 148.389 toneladas frente a las 141.516 toneladas de la campaña anterior. Mientras, la superficie destinada a este producto también creció un 1% situándose en 2.705 hectáreas cuando en la campaña de 2017-2018 la superficie cultivada fue de 2.687 hectáreas.
La provincia de Cádiz sigue siendo la primera productora de zanahorias acaparando el 75,1% de la superficie total y el 77% de la producción. Le sigue a distancia la provincia de Sevilla con el 18,6%. También existen cultivos de zanahorias en Málaga (que representa el 2,6%), Córdoba (2,1%) y Huelva (1,6%) completando Granada de manera muy simbólica el mapa andaluz de cultivo de este producto. La principal variedad cultivada en Andalucía es la zanahoria nantesa, caracterizada por una piel fina y una carne de muy buena calidad, lo que le permite un mejor posicionamiento en los mercados.
Esto se traduce en las exportaciones de este producto de manera que, en la referida campaña, el volumen exportado alcanzó las 82.221 toneladas, con un incremento del 21% respecto de la anterior. Entre los principales destinos destacan Alemania, receptor del 28% de nuestra zanahoria, seguida de Francia, con el 25%, y los Países Bajos, con el 20% del total. La comunidad andaluza exportó esta raíz comestible por valor de casi 50,3 millones de euros.
Un buen ejemplo de este cultivo en la provincia gaditana es el de la Finca la Soledad de Arcos de la Frontera (Cádiz), donde desde primera hora de la mañana, Antonio Ramos, uno de los hermanos ‘Pichale’, se centra en la labor de la zanahoria. La casi totalidad de la producción va destinada a la exportación, “ya que la calidad de la zanahoria que cultivamos en Arcos es muy buena y apreciada en los mercados europeos –comenta el agricultor-, que son sumamente exigentes con los estándares de calidad”.
Fuente: Agroinformación