Los productores de cítricos onubenses respiran aliviados. El proyecto europeo Tropicsafe ha logrado cercar en Galicia al insecto vector de la enfermedad del HLB (huanglongbing), una plaga letal que destruye por completo las plantaciones en las que entra, ya que ataca al árbol directamente y no al fruto, que muere tras el contagio. La enfermedad amenaza seriamente a la producción onubense puesto que el pasado 1 de octubre fue localizada la Trioza erytreae, insecto vector que porta la bacteria que ocasiona el Huanglongbing (HLB), en el Algarve portugués, a apenas 170 kilómetros de la frontera luso-española.
El proyecto europeo Tropicsafe, puesto en marcha por los países del arco mediterráneo con su producción amenazada, ha demostrado la eficacia de un parasitoide para reducir la dispersión y abundancia de uno de los insectos vectores de la enfermedad. Cabe recordar que, si bien el vector se localizó por primera vez en el continente europeo en Pontevedra en el año 2014, la enfermedad no se ha detectado todavía, aunque desde entonces los esfuerzos son constantes para encontrar una respuesta antes de que se produzca el primer contagio. El estudio llevado a cabo en Galicia prueba que es posible poner cerco a la mayor amenaza para la citricultura, pues la HLB carece de cura. Desde que se detectó la presencia del insecto en 2015 en el norte de Portugal, este ha ido colonizando la costa atlántica portuguesa hasta que se localizó en la Región de Lisboa y Valle del Tajo en 2017; en esta Región se ha mantenido hasta que, el pasado mes de octubre, se detectó en la Región del Algarve, destacó la Red de Alerta e Información Fitosanitaria de la Junta de Andalucía.
La propuesta de Tropicsafe, según explica en su web, es simple: emplear un parasitoide que acabe con el vector de transmisión del HLB en Europa, el psílido africano Trioza erytreae. Este insecto apareció en el noroeste español y de ahí se extendió por el Cantábrico y hacia Portugal, aunque no ha llegado a las zonas productoras de cítricos. Los trabajos de campo, en los que el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA) desempeñó un papel crucial, permitieron en 2018 identificar un parasitoide eficaz en Sudáfrica, la avispa Tamarixia dryi. Más adelante, se comprobó su idoneidad en colaboración con el Instituto Canario de Investigaciones Agrarias, y ya en 2019 el IVIA trasladó el estudio a Galicia para la cría y liberación de este organismo de control biológico. Esta fase incluyó la producción en el vivero de Maceda y el seguimiento de Tragsa y Tragsatec por encomienda del Servizo de Sanidade Vexetal. Los últimos datos constatan que el planteamiento era correcto.
Y es que la pequeña avispa sudafricana no sólo se ha adaptado al clima de la Península Ibérica, sino que ha logrado diezmar al vector de transmisión de manera específica, sin impactos indeseados. Si en el verano de 2020 el parasitoide se había extendido a dos kilómetros del punto de origen, un año después eran ya 40 km. Dicho avance se produce, como estaba previsto, a costa del vector: en los brotes de primavera de 2020, la tasa de parasitación oscilaba entre el 7,6 y el 38,9 por ciento en las tres localidades escogidas, mientras que en verano de 2021 la densidad del psílido había descendido tanto que fue imposible realizar estos cálculos, explican los responsables del proyecto Tropicsafe.
Con esta experiencia incontestable, Tropicsafe trabaja ya en otras zonas infestadas de la península ibérica, controlando al insecto vector antes de que pueda dar el salto a las zonas productoras de cítricos, donde el vector carece de barreras naturales. Sin una cura en el horizonte, la enfermedad del HLB es una amenaza latente para el cultivo más productivo del mundo.
El proyecto Tropicsafe está financiado a través del programa Horizonte 2020 de la Unión Europea, y cuenta con 22 socios de 12 países, entre los que cabe citar, por parte de España, la Fundación Empresa-Universidad Gallega (FEUGA) y el Instituto Valenciano de Investigaciones Agrarias (IVIA), además de la Università de Bologna, que lidera el proyecto. Su misión no se limita a evitar la llegada del HLB a los cítricos, ya que también plantean soluciones sostenibles para el amarilleo letal del cocotero (LY) y los fitoplasmas del amarilleo del viñedo (GY), enfermedades que afectan al comercio e importación de materiales y productos agrícolas de África, América, el Caribe y Europa.
Fuente: Huelva Información