El consumo alimentario en el interanual a noviembre de 2018 se redujo un 0,4% hasta los 28.835 millones de kilogramos/litros. En términos de valor, sin embargo, se registró un incremento del 1,4% hasta los 68.488,10 millones de euros como consecuencia del incremento del precio medio de 1,8 puntos porcentuales.
Así lo revela el estudio Consumo alimentario en el hogar que elabora el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, que recoge que los hogares redujeron la compra de carne en 2,6 puntos porcentuales debido a una menor compra tanto de carne fresca (-3,6%) como congelada (-10,2%), siendo la carne transformada el único tipo de carne que aportó en positivo a la categoría (+1,5%).
Dentro del segmento de carne fresca, la evolución fue negativa para todos los tipos: la carne de vacuno cayó un 5,6%, la de pollo un 2,7%, la de conejo un 16%, la de ovino/caprino un 6%, y la de cerdo un 1,8%.
La demanda del total productos de pesca también presentó una evolución negativa con un descenso del 2,8% en volumen. La causa fue una caída en la demanda tanto de pescados (-4,2%), como de mariscos/moluscos/crustáceos (-3%).
Las conservas de pescado/molusco sin embargo aumentaron su presencia en los hogares un 1,9%. Dentro de los pescados, son los frescos los que contribuyen en mayor medida al descenso del volumen de la categoría, pues experimentan una caída del 4,9% frente al 1,4% de los pescados congelados.
En el caso de la leche líquida y derivados lácteos, mientras que leche líquida se mantuvo estables tanto en términos de volumen como valor (+0,3% y -0,2% respectivamente), los derivados lácteos tuvieron una evolución positiva: crecieron un 1,5% en volumen y un 1,8% en valor.
En referencia a categorías de consumo de alimentación básicas, estas presentaron unas evoluciones dispares. El pan y el azúcar fueron adquiridos en menor proporción (-2,4% y -3,9% respectivamente), con la misma tendencia en valor, que cayó casi tres puntos porcentuales en ambos casos. Los huevos y las legumbres, sin embargo, tuvieron evoluciones positivas en su volumen, siendo más notable su crecimiento en valor (+6,8% y +7,3% respectivamente).
Por su parte, la compra de aceite en el interanual a noviembre 2018 creció con una variación positiva de un 3,1% en términos de volumen y de 1,2% en términos de valor. Los dos tipos de aceite con mayor proporción de volumen tuvieron un fuerte incremento en volumen con respecto al mismo periodo del año anterior; un 4,3% en el caso del aceite de oliva y un 2,8% en el caso del aceite de girasol.
En cuanto a la compra de patatas frescas durante los últimos doce meses, desciende un 3,8% en términos de volumen mientras que su valor permanece estable (-0,2%). En concreto, la presencia de hortalizas frescas en los hogares españoles aumenta un 2,2% principalmente como consecuencia del crecimiento de las variedades de tomates (+2,2%), cebollas (+2,2%) y pimientos (+5,3%).
La demanda de fruta fresca sin embargo cayó un 2,1% aunque su valor creció un 3,8%. El descenso del volumen se vio principalmente influenciado por el decrecimiento de la demanda de algunas variedades de fruta como naranjas (-3,3%) y manzanas (-6,3%).
En relación con las bebidas, los hogares redujeron su consumo de noviembre de 2017 a noviembre de 2018. Cayó el consumo de vinos (-2,7%), cervezas (-1,6%), bebidas espirituosas (-2,8%) y gaseosas y bebidas refrescantes (- 3,9%). El agua de bebida envasada y la sidra se convierten por tanto en los únicos tipos de bebida con incrementos tanto en su volumen como en su valor.
Fuente: Financial Food