La de 2020 no fue una Melon & Watermelon Week de Seminis al uso. La pandemia obligó a la marca de semillas hortícolas de Bayer CropScience a reinventarse para este evento internacional, y las tradicionales jornadas y encuentros presenciales de ediciones anteriores se convirtieron en un dinámico programa de televisión y visitas bajo estrictas medidas de seguridad.
La singularidad de la cita fue tal que Seminis quiso recordarla ayer en el marco de Fruit Attraction LIVEConnect con la re-difusión de su propuesta televisiva, insistiendo así en la idea clave que ya a finales de junio y julio centró su semana grande del melón: la importancia de la colaboración entre todos los eslabones de la cadena de valor. Y para ello, la recorrimos desde el principio (la producción de semillas) hasta el final (el consumidor).
En este sentido, Miguel Sánchez, Trade Partnership Manager Iberica de Seminis, comentó en su animada entrevista con Lola Álamo, conductora del programa, que si bien esta Melon Week nació como un evento local, “ahora es muy internacional, debido al carácter global de los cultivos de melón y sandía”.
Esa globalidad de ambos cultivos marca el trabajo de la multinacional desde el inicio: la producción de la semilla. En esta línea, Jorge Chapote, Global Product Manager de Cucurbitáceas de Seminis, explicó que para abastecer a sus clientes de semilla durante los 365 días del año, cuentan con campos de producción en los dos hemisferios. Y de ahí, esas semillas llegan a los campos de ensayo antes de ser comerciales.
Tras Chapote, José Guirado, Market Development Representative para Melon Open Field en Ibérica de Seminis, explicó en campo que, durante la pasada edición de la Melon Week, mostraron en torno a 65 variedades de melón, “no solo para el cultivo en la Península Ibérica, sino en todo el mundo”.
Seminis trabaja actualmente el en desarrollo de variedades en todas las tipologías, desde las más tradicionales (Galia, Cantaloupe o Charentais) hasta las más innovadoras. De ello habló José Sandoval, Sales Area Manager en el Campo de Cartagena, quien hizo especial hincapié en conceptos como Orange Candy, un melón amarillo de carne naranja con el que Seminis ha roto todos los esquemas.
Pero llevar todas estas variedades al mercado no es tarea fácil, y ni mucho menos, que se pueda realizar en solitario. Para ello, Seminis cuenta con el respaldo de agricultores colaboradores que ponen a prueba sus variedades, como por ejemplo Silvestre Cánovas. Para este agricultor del campo de Cartagena, no cabe duda: “Trabajo con Seminis porque es la casa de semillas más puntera en melón”, y en esta línea, destaca el equilibrio entre sabor y resistencias de sus materiales.
Del campo a la mesa
Para conocer la aceptación de las variedades de Seminis en los mercados, la casa de semillas contó durante su Melon Week con Frank Ocampo, responsable de importaciones de Latinoamérica y Caribe en The Greenery, quien destacó, por un lado, la predilección de los consumidores holandeses y alemanes por los melones tipo Galia; de ahí que los comercializadores se afanen en disponer de producción todo el año en esta tipología. Preguntado por la mayor preocupación de empresas como The Greenery, no titubeó: la seguridad alimentaria y los LMR, dejando así entrever la importancia de contar con variedades con resistencias, como por ejemplo las que componen la gana Cyroline de Seminis, entre ellas Albizu, su última incorporación al catálogo.
Por último, José Antonio Cánovas, adjunto a la Dirección de Kernel Export, defendió la calidad consistente de las variedades de Seminis a lo largo de todo su ciclo de producción, y alabó la apuesta de la casa de semillas por la “innovación continua”, introduciendo en el mercado variedades que, sin lugar a dudas, marcan la diferencia tanto interna como externamente.
Pero, todo este trabajo no tendría sentido si esas variedades no captaran la atención de los consumidores y, sobre todo, garantizasen la repetición de compra. Precisamente por ello, Seminis cerró este programa televisivo de su Melon & Watermelon Week recabando opiniones de los consumidores en diferentes mercados europeos. Y todos ellos coincidieron en un aspecto clave: el sabor como condición sine qua non para volver a comprar un melón. Y los de Seminis no defraudan.