Hace algunos días publicamos varias noticias sobre el caqui en las que se mostraban unas previsiones para la próxima campaña más que optimistas. Desde el sector afirmaban que el volumen de fruta recolectada podría duplicar a la del año pasado: entre 300 y 320 millones de kilos en 2023 frente a los 160 millones de kilos de 2022.
Aunque existan buenos pronósticos, la meteorología y las plagas son difíciles de controlar y una parte del sector confirma que «la campaña de caqui no ha tenido un inicio tan positivo como han manifestado». «Podría darse una reducción del 20/25% de la producción durante la próxima campaña y gran parte del motivo sería el daño causado por el ‘cotonet’ de Sudáfrica (Delottococcus aberiae) y por una nueva plaga de cuarentena llegada del mismo país, Scirtothrips aurantii».
El pasado marzo, la Junta de Andalucía ya alertaba de la presencia de esta última plaga en parcelas ubicadas en las provincias de Huelva y Sevilla que estaban afectando a producciones no solo de caqui, también de naranjo, mandarino, aguacate, fresa, frambuesa y arándanos.