Viveros Hernandorena es una empresa familiar dirigida en la actualidad por la tercera generación, ¿Cómo ha sido su trayectoria dentro del vivero hasta conseguir su puesto actual?
Terminé mis estudios de Ingeniería Técnica Agrícola y directamente me fui al extranjero para aprender idiomas. Cuando llegué a España me puse rápidamente a trabajar porque necesitaban mi incorporación inmediata ya que empezaba a gestionar la empresa la tercera generación.
Al principio me centré mucho más en la parte técnica, lo que me ayudó a conocer con profundidad la parte productiva de la empresa, siempre enfocando mis estudios técnicos a la parte comercial. Esto me facilitó conseguir un perfil orientado a las ventas internacionales y a las dirigidas a agricultores profesionales.
Las mujeres han ido ocupando cada vez más puestos de responsabilidad en los últimos años. ¿Qué tendría que cambiar para que aumentara el número de mujeres en estos puestos?
Yo misma formo parte de la dirección de la empresa junto a mi hermana y hermano. La otra persona es externa y ocupa el puesto de director financiero. Como podéis observar, la dirección está compuesta por dos hombres y dos mujeres, totalmente igualitario. A mi y a mi hermana nunca se nos negó en mi familia ocupar puestos de responsabilidad dentro de la empresa por el hecho de ser mujeres.
Para que las mujeres estemos arriba se tiene que fomentar la educación en igualdad desde temprana edad. Yo tengo la suerte, como he comentado antes, de nacer en una familia en la que nos han dado la misma oportunidad de formación y trabajo tanto a los chicos como a las chicas. Pero claro, esto es una situación personal, sin duda existen direcciones empresariales con una educación diferente en la que no se fomenta la igualdad entre el hombre y la mujer, ahí es donde hay que trabajar.
“Nos dirigimos a un mundo totalmente digital y la mujer tiene que estar presente en él gracias a sus habilidades y conocimientos”
“Sin madres no hay futuro” Es algo que defendemos y tenemos claro, sin embargo, la conciliación sigue siendo un hándicap que favorece el techo de cristal en el sector hortofrutícola, ¿hasta que punto cree que las empresas son conscientes de ello?
En el pasado para mí era un hándicap, sin embargo, mi perspectiva cambió desde que fui madre. En ese momento, tomé una perspectiva diferente en este asunto y comprobé que la conciliación recaía mayoritariamente en la mujer. Queramos o no somos madres y queremos estar pendiente de los cuidados de nuestros hijos. Tengo que reconocer que esto es educacional y también influye la educación que la mayoría de los hombres han recibido en sus familias, la cual era muy machista durante una época. Esto ahora está cambiando, los hombres están implicándose más en la educación y cuidado de los hijos, de esta forma, la mujer puede tener una mejor conciliación y llegar a puestos de mayor responsabilidad.
Otra de las cuestiones que han ayudado mucho a eliminar ese prejuicio es que los hombres tengan el mismo periodo de baja maternal que las mujeres. Desde el punto de vista empresarial, tenemos que reconocer que una baja maternal o paternal es un gasto grande para la empresa y también implica una reorganización durante ese periodo de tiempo, es un cambio tremendo. Cuando todavía el hombre tenía menos tiempo de baja que la mujer, sí era un hándicap aún mayor ya que se pensaba que si la mujer se quedaba embarazada iba a ser un freno para el desarrollo de la empresa. Como en la actualidad hay el mismo periodo de tiempo de baja, las empresas piensan que ya es lo mismo contratar a un chico que a una chica, todos optan a su merecida baja. Esta evolución ha supuesto un paso muy grande para la mujer, aunque el tiempo dirá su veredicto final.
Como ejemplo a lo anterior, ahora tenemos a un chico que está de baja por paternidad desde hace dos semanas y con organización hemos podido continuar con el desarrollo de la empresa sin problemas.
Además de la conciliación, otro de los obstáculos que se encuentra el sector hortofrutícola es el relevo generacional. Desde el punto de vista femenino, las mujeres no encuentran atractivo el sector y prefieren dedicarse a otros ámbitos. ¿Cómo se podría atraer el talento femenino?
Sino podemos retener a los hombres en el sector agrícola, como vamos a retener a las mujeres. Tenemos que conseguir que haya más mujeres en el ámbito agrónomo y más hoy en día, que con la digitalización veo que es mucho más atractiva esta ingeniería.
Ya no es como antes que se iba al campo con la azada, ahora los tractores van solos con el GPS y también se hacen muchos tratamientos fitosanitarios con drones. Nos dirigimos a un mundo totalmente digital y la mujer tiene que estar presente en él gracias a sus habilidades y conocimientos.
Su empresa cuenta con una gran parte de la plantilla formada por mujeres, imaginamos que han realizado numerosas iniciativas para fomentar la igualdad, ¿Cuáles han sido? ¿Están desarrollando actualmente algunas?
Iniciativas llevamos a cabo muchas. De hecho, todos los años el Departamento de Recursos Humanos elabora un estudio cuando termina la campaña para analizar las contrataciones que se han hecho, siempre teniendo en cuenta criterios de igualdad y con un porcentaje igualitario entre hombres y mujeres.
Otra de las iniciativas que hacemos todos los años desde Recursos Humanos es la revisión de la política salarial. Esta siempre está sujeta a una horquilla que depende de las capacidades y del perfil del contratado, nunca de si es hombre o mujer.
Durante este año estamos preparando el Plan de Igualdad, obligatorio para las empresas de más de 50 trabajadores.