El regadío genera cinco veces más empleo que el secano
Un estudio del Gobierno aragonés indica también que la riqueza de los cultivos de regadío triplican a los del secano
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Que el agua es riqueza es algo conocido desde antiguo. Pero, ¿cuánta riqueza aporta exactamente? La respuesta la da un estudio realizado por el Gobierno aragonés para evaluar el impacto de la conversión de fincas de secano en regadío. Según estos cálculos, el regadío genera cinco veces más empleo que el secano.
El análisis se ha realizado en la zona de Los Monegros. Conocida popularmente por su paisaje desértico, esta comarca aragonesa también es un vergel agrícola en la parte en la que se han ido implantando sistemas de regadío a lo largo de las últimas décadas.
Según el estudio del Gobierno aragonés, en esa zona el valor de la producción agraria obtenida en las fincas que aún no tienen regadío asciende a unos 2.550 euros por hectárea. Sin embargo, las parcelas que sí tienen riego generan una producción final agraria valorada en unos 7.000 euros por hectárea.
En términos de empleo la diferencia es abismal: la agricultura de regadío genera cinco veces más puestos de trabajo que la de secano. Aplicando el análisis a la misma comarca, la de Los Monegros, el resultado es contundente: de media, la agricultura de secano genera en esta zona unos 5 empleos por cada 200 hectáreas; en las fincas que se riegan, la cifra se eleva a 26 empleos por cada 200 hectáreas.
La razón es sencilla: si se dispone de agua suficiente, la tierra se puede aprovechar mucho más. En el secano las variedades que pueden cultivarse son limitadas, mientras que en el regadío la lista se amplía y alcanza a la producción frutera, que además deja mayores rendimientos en volumen y precio. Así, en las zonas de Monegros que no tienen riego las producciones agrícolas se limitan a cultivos extensivos, de mucho menor rendimiento económico, mientras que en las zonas de regadío priman los cultivos de fruta.
El estudio avala, según el Gobierno aragonés, la necesidad de seguir apostando por la conversión de secanos en regadíos y hacerlo con inversión pública, porque está claro que compensa, que da resultados y que genera riqueza.
En Aragón, de los 1,77 millones de hectáreas que se cultivan actualmente, menos de medio millón son regadíos. El resto, 1,32 millones de hectáreas, son tierras con cultivos de secano.
Fuente: www.abc.es