El próximo 23 de septiembre tendrá lugar la Cumbre de Sistemas Alimentarios de las Naciones Unidas, cuyo objetivo es lograr avances en los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), aprovechando la estrecha vinculación que existe entre los sistemas alimentarios y diferentes desafíos globales, tales como el hambre, el cambio climático, la pobreza o la degradación ambiental.
Los Objetivos de Desarrollo Sostenible son el plan maestro con el que todas las naciones que integran la ONU se han comprometido a trabajar para conseguir antes de 2030 un futuro sostenible para todos.
“Es hora de cambiar nuestra forma de producir y consumir, incluso para reducir las emisiones de efecto invernadero. Transformar los sistemas alimentarios es crucial para alcanzar todos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Como familia humana, un mundo sin hambre es nuestro imperativo”, ha señalado el Secretario General de las Naciones Unidas António Guterres, convocante de este encuentro.
En la consecución de estos objetivos tan importantes están firmemente comprometidas tanto la Federación Internacional de Semillas como Euroseeds, de las que forma parte en España la Asociación Nacional de Obtentores Vegetales (ANOVE). Algunos de los ODS afectan muy directamente al sector agrario ya que están relacionados con la producción segura de alimentos sostenibles, sanos, nutritivos y de alta calidad, así como con el desarrollo de una economía más ecológica, circular, competitiva y neutra desde el punto de vista climático.
Antonio Villarroel, Director General de ANOVE, ha señalado que “el sector obtentor europeo desempeña un papel fundamental para hacer frente a importantes y urgentes desafíos globales, como pueden ser alimentar a una población mundial creciente, producir de forma segura alimentos sostenibles, sanos, nutritivos y de alta calidad, mitigar el cambio climático, o apoyar aquellos sistemas agrícolas que utilizan los recursos de forma eficiente, colaborando así a crear una economía más ecológica, circular, competitiva y neutra desde el punto de vista climático”.
Alimentar a 9.700 millones de personas
Esa es la población que, según la FAO, habitará en la Tierra en 2050, por lo que, para poder alimentarla, será necesario aumentar sustancialmente la producción agrícola. La mejora vegetal es uno de los principales motores para garantizar la disponibilidad de alimentos. Con ella se aumentan los rendimientos, se mejora la vida útil de los vegetales, reduciendo así desperdicio de alimentos, y se fortalece la resistencia a las enfermedades de las plantas, los insectos y el estrés climático, evitando que se pierdan cultivos. A modo de ejemplo, gracias a la mejora vegetal, en los últimos veinte años la cosecha de trigo ha aumentado en la UE en más de 22 millones de toneladas, lo que supone la impresionante cantidad de 32.000 millones de barras de pan.
Dietas más saludables
No sólo los hábitos alimentarios y las preferencias de los consumidores evolucionan con el tiempo; la necesidad de promover y desarrollar alimentos de calidad, y dietas y estilos de vida saludables, es también de gran importancia social para luchar contra la obesidad, las alergias, las enfermedades coronarias, la diabetes y otras enfermedades crónicas.
Villarroel señala que “la investigación y el desarrollo en el ámbito de la mejora vegetal proporciona variedades vegetales que satisfacen mejor las demandas de los consumidores y abordan algunos de los principales retos de sus dietas, con productos sanos y nutritivos, que están disponibles todo el año y tienen una vida útil más larga”. Los mejorados vegetales han logrado plantas con mayor contenido nutricional y con un aumento de los antioxidantes, como el brócoli; otras con menos toxinas y alérgenos como el trigo sin gluten; una amplia selección de alimentos alternativos, saludables y sabrosos como la coliflor, la col rizada, la col, las coles de Bruselas, el brócoli, etc.; o frutas y verduras más manejables para picar, como sandías sin semillas, pepinos pequeños o tomates de uva.
Contra el cambio climático
Los fenómenos meteorológicos más extremos y variados, junto con las nuevas amenazas fitosanitarias y los problemas de gestión de los cultivos, generan para toda la producción agrícola retos adicionales antes insospechados.
Los enfoques innovadores en el cultivo de plantas y la producción de semillas están ofreciendo a los agricultores semillas de la mejor calidad con las que poder responder al cambio climático y a las nuevas presiones de plagas y enfermedades. Por otra parte, las nuevas variedades de plantas también contribuyen a reducir el uso de fitosanitarios, fertilizantes y otros insumos.
Por ejemplo, en los últimos 15 años y gracias a la mejora vegetal se ha reducido en 3,4 millones de toneladas de emisiones de CO2, lo que representa una disminución del 33% de las emisiones de CO2 de la agricultura de la UE.
En defensa de la biodiversidad
La mejora vegetal es la ciencia que recombina la genética de las plantas para obtener nuevas variedades con mayor tolerancia al estrés y resistencia a las enfermedades. “Con la obtención vegetal –se apunta desde Euroseeds– se puede ayudar a reducir el uso de fitosanitarios y mejorar la absorción de nutrientes, contribuyendo así a la protección del medio ambiente. La diversidad genética es la base del fitomejoramiento y su conservación es clave para el sector. Además, las variedades de cultivo más productivas ayudan a reducir la tierra destinada a la producción agrícola, dejando así más espacio para los hábitats naturales que pueden utilizarse para preservar nuestra biodiversidad”. 3.500 nuevas variedades vegetales llegan cada año al mercado de la UE. Los agricultores europeos disponen hoy de 42.000 variedades diferentes de especies agrícolas y vegetales.
Antonio Villarroel concluye afirmando con rotundidad: “Las variedades vegetales de mayor calidad creadas por los mejoradores de semillas y plantas son el punto de partida de toda la producción de alimentos. Para lograr los Objetivos de Desarrollo Sostenible sin dejar de ser competitivos, los obtentores europeos deben poder acceder a los últimos métodos de fitomejoramiento, pues de lo contrario se producirá una fuga de competitividad en el sector de las semillas hacia otras partes del mundo donde las políticas y la normativa son más propicias”.