Piedad Coscollá: “El estilo de vida y la educación tienen mucho que ver en este descenso del consumo”
La responsable de Marketing e Imagen Coorporativa de Aneccop, Piedad Coscollá, señala las causas que provocan en España el menor consumo de frutas y hortalizas, y ofrece las claves para incrementarlo.
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El consumo de fruta y hortaliza en Europa ha descendido un 5% y en España, nada más y nada menos, un 13% de 2021 a 2022, según datos de Freshfel. La inflación ha sido ciertamente un freno en este descenso del consumo, pero pienso que no es el principal. En mi opinión, hay un importante componente educacional. De forma paulatina y casi sin darnos cuenta, han cambiado en las últimas décadas los hábitos sociales, la forma de comer en el hogar y la manera de elaborar los platos en casa. Antes se cocinaba partiendo de cero, con ingredientes frescos, y esta forma de hacer las cosas se transmitía dentro del seno familiar.
Hoy en día, la mayor parte de niños y niñas de este país come en el colegio y, en el hogar, por falta de tiempo, ha crecido el consumo de productos ya preparados. Se ha perdido ese factor educativo y de transmisión de unos buenos hábitos alimenticios.
Otro apunte interesante que aparece reflejado en el informe de consumo presentado recientemente por el Ministerio de Agricultura es que hay toda una generación de consumidores “senior” que tiene un fuerte arraigo cultural en este sentido, que desde siempre confía en una buena alimentación porque es lo que han aprendido desde pequeños, pero esta generación va desapareciendo poco a poco.
Hay que educar y formar al consumidor, al consumidor joven y a los consumidores del futuro para que, desde la base, entiendan que alimentarse bien, de forma equilibrada y con productos frescos es salud.
La educación y el estilo de vida actual tienen mucho que ver en este descenso. Por parte de la Administración, sería muy interesante que se introdujese la asignatura de Nutrición en los colegios, formar a la población infantil para que conozca la importancia que tiene en su salud lo que come y que entienda que los productos frescos son la base de una buena alimentación.
Por parte de los operadores del sector, tenemos que explotar más la creatividad, adaptar nuestros formatos a los nuevos tiempos. Por ejemplo, si la tendencia es que un porcentaje importante del consumo se produce fuera del hogar, ofrecer alternativas saludables que contengan un alto porcentaje de frutas y verduras en su preparación, además de los que ya se pueden encontrar en los lineales.
Promoción
Las marcas y la comunicación son grandes prescriptoras. Estar presentes en la mente del consumidor cuando va a comprar es esencial, y eso solo se consigue con una buena comunicación y campañas de marketing. Si no estamos presentes nosotros, otros productos sustitutivos ocupan esos espacios. La asociación Love-Klabaza, por ejemplo, ha sabido comunicar, acercarse al público, y muy especialmente al infantil, a través de juegos y de preparaciones creativas, actividades, concursos, alineándose con los niños y niñas hablándoles en su lenguaje… todo ese movimiento está haciendo que el responsable de compra en el hogar tenga en cuenta la calabaza en sus menús semanales.
Pero, desde luego, tendremos más oportunidades si nos unimos. La visibilidad de las marcas es cada vez menor en los mercados, y la legislación lo pone difícil porque está prohibiendo los envases, que son el único sistema que tenemos las empresas productoras para comunicar con el consumidor en el punto de venta. Esto provoca que muchas marcas se echen atrás a la hora de hacer campañas de promoción, porque no ven una repercusión en el mercado en cuanto a resultados sobre las inversiones que realizan.
Aun así, es muy importante no tirar la toalla, y si las campañas no pueden ser marquistas, al menos han de ser de producto. En cualquier caso, es fundamental que las frutas y verduras estén presentes en el día a día del consumidor a través de la comunicación, bien sea en el punto de venta o mediante campañas de marketing. Porque, si no es así, se decanta por otras opciones.
Las frutas y verduras tienen muchas opciones de consumo, pero desafortunadamente no están de moda. El sector no ha evolucionado mucho con los tiempos y no ofrece alternativas actuales para el consumidor. Hay que buscar propuestas creativas. En los últimos tiempos, con la aparición de nuevos y más sencillos electrodomésticos que facilitan la elaboración de recetas, se está dando una corriente en las redes sociales de preparaciones originales y saludables, con usos de las frutas y hortalizas distintos a los que conocíamos tradicionalmente.
Hay que tomar nota de estas corrientes y sumarse a ellas para contribuir a impulsar el consumo entre la gente joven, muy activa en redes.
Hay que tener en cuenta otra variable, y es que algunos productos industrializados se apropian de los atributos de las frutas y hortalizas, y así lo comunican, generando en el consumidor una falsa sensación de que está incluyendo en su dieta estos alimentos a través del consumo de estos productos, cuando en realidad no es así, nada sustituye a los productos hortofrutícolas frescos. En resumidas cuentas, la unión es un imperativo. Prueba de ello es que cuando el sector la ha llevado a cabo, los resultados han sido excelentes.
línea ecológica
Sin duda, la producción Bio es lo idóneo para mejorar el ecosistema, al ser una forma de cultivo más acorde con la regeneración del planeta y la sostenibilidad. Sin embargo, las productividades son menores, por lo que el coste de producir para el agricultor es más alto, lo que repercute en los precios de venta, en un momento además tan inflacionista como el que estamos viviendo. Los consumidores están llenando su cesta de la compra con producto más asequible. Dicho esto, pienso que el Bio no ha tocado techo ni ha desaparecido. Es necesario estimular las ventas, comunicar al consumidor las bondades del producto ecológico por ser una forma de cultivo más verde y respetuosa con el medioambiente, algo con lo que la sociedad conecta porque constituye una de sus preocupaciones.